Los sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS, por sus siglas en inglés) son dispositivos que ayudan a mejorar la seguridad vial, un tema clave considerando que entre el 70 y 90% de los accidentes en carreteras son provocados por el factor humano; así lo señaló Salvador Saavedra.

Durante el Foro Virtual del Consejo de Mantenimiento y Tecnología (CMT), explico que estos sistemas tienen el objetivo de prevenir colisiones, advertir sobre conductas inapropiadas al volante o sobre el estado inadecuado del conductor, así como tomar acciones si éste no lo hace.

Leer: Gestión del combustible: ¿por dónde puedes comenzar?

Detalló que existen dos tipos de ADAS. El primero de ellos es pasivo, es decir, solo dan advertencias sobre colisiones –con otro vehículos o usuarios vulnerables de las vías–, si hay salida de carril, exceso de velocidad, arranque de una unidad adelante.

“Normalmente en todos los sistemas puedes configurar cuál es tu distancia segura; es muy diferente configurar un tractocamión a un auto, las distancias de frenado son diferentes y, por lo tanto, debes tener diferentes distancias al vehículo delantero”, compartió.

Además pueden alertas sobre el comportamiento del operador como advertencia de cansancio, de distracción o uso de dispositivos móviles.

Para Salvador Saavedra, estos sistemas ADAS no son precisamente una cámara, sino que un ojo electrónico que ve, interpreta, procesa la información y decide si es conveniente o no advertir.

Síguenos en Google Noticias para mantenerte siempre informado

Una de las ventajas de estos dispositivos es que pueden ser conectados a un sistema de telemetría, para que la información pueda ser vista en tiempo real a distancia y se analizada para buscar áreas de oportunidad en la operación; asimismo, pueden ser instalados como retrofit en los vehículos, es decir, pueden colocarse en unidades antiguas o que no tengan estas funciones de fábrica.

Respecto a los ADAS activos, Saavedra explicó que son aquellos que sí ejercen una acción al detectar una situación de riesgo. Estos tienen funcionen como control electrónico de estabilidad, sistemas de mantenimiento de carril, control crucero adaptativo y reductores de velocidad.

Algunos de estas funciones ya son características de autonomía nivel 2; sin embargo, estos sistemas activos solo están disponibles para vehículos nuevos.

¿Y el conductor? Salvador Saavedra comenta que capacitarlos es necesario, pero no suficiente. Por lo que es necesario ayudar a los operadores con estos sistemas; eso sí, para el éxito del proyecto es indispensable trabajar para que acepten estos sistemas: “Convencerlos de es que un sistema cuyo objetivo es ayudarlo, no de espiarlo; brindarle un espacio de trabajo más seguro”, señaló.

Te recomendamos: Cuatro claves del mantenimiento en la nueva realidad

Por otro lado, recomendó vincular ADAS con los sistemas de telemetría para tomar acciones ante conductas erradicas de operadores, generar estadísticas por categorías, desarrollar capacitaciones puntuales, obtener asesorías con un enfoque específico y programar inversiones.

Te invitamos a escuchar nuestro nuevo podcast semanal Ruta TyT: