La calidad, prestigio, dedicación y sentido humano son cualidades asociadas a Fábrica de Jabón La Corona, compañía que desde hace 105 años representa uno de los grandes referentes en el ámbito empresarial de nuestro país, dando pie a una historia de éxito 100% mexicana.

Para explorar los orígenes de esta organización es necesario remontarnos a 1920, año en el que tres hermanos provenientes de Tepatitlán, Jalisco, llegaron a la Ciudad de México con la misión de establecer una pequeña fábrica de jabón. 

Esteban, Loreto y Daniel González Padilla encontraron un lugar en la avenida Peralvillo, en las instalaciones de unos baños públicos. El lugar se llamaba “Baños Corona”, de tal manera que la gente siguió diciéndole así, solo que ahora lo que compraba era jabón… en “La Corona”.

La asociación del nombre con el producto fue tan rápida que un año más tarde registraron la primera marca de jabón llamada “Corona”.

Gracias al éxito experimentado en esta ubicación, los hermanos González Padilla se mudaron a una casa ubicada entre Aurora y Acero, en la colonia Maza de la Ciudad de México. 

La demanda del producto creció exponencialmente, así que la compañía compró un terreno en la avenida Coalcomán, de la colonia del Rastro, donde construyeron una pequeña planta de jabón. 

En aquella época, el reparto de los productos se hacía en carretas tiradas por mulas, sin embargo, para 1928, compraron el primer equipo de reparto motorizado. 

Otro de los grandes hitos en esta historia sucedió en 1930, cuando surge el jabón de lavandería Tepeyac. Cuatro años después, Fábrica de Jabón La Corona ostentaba un gran catálogo, pues ofrecía sus jabones de lavandería “Tepeyac”, “Foca” y “Roma”. 

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En 1954 incursionaron en la fabricación de detergentes. Dos años más tarde empezaron a producir su primera marca en este segmento, “Doña Blanca”.

El éxito alcanzado por los hermanos González Padilla provocó varios cambios de ubicación, hasta que en diciembre de 1957 se instalaron en su sede actual en Xalostoc, Estado de México, en donde ocupan más de 43 hectáreas. 

A la fecha, Fábrica de Jabón La Corona cuenta con  22 centros de distribución en toda la República Mexicana y emplea a más de 5,200 personas y, gracias a la calidad y prestigio que sus amplia gama de productos, exporta a diferentes destinos, entre los que destacan: Norteamérica, Sudamérica, El Caribe, Centroamérica, Corea, China y África. 

A lo largo de estos más de 100 años la empresa ha diversificado su gama, actualmente, cuenta con líneas de jabones, detergentes, aceites, líquidos de limpieza y aceites para la industria alimentaria. 

Una de sus principales particularidades es la de no anunciar sus productos en medios de comunicación, lo que les permite destinar esos recursos en la mejora continua de las soluciones que ofrecen al mercado, mediante un precio competitivo. 

Ante esta decisión, la publicidad de boca en boca se ha convertido en su mejor herramienta para difundir los atributos de sus diferentes marcas, logrando colocar en el mercado productos que hoy en día resultan indispensables en nuestros hogares, tal es el caso del jabón Zote, Roma, Foca, Aceite 123 y el famoso jabón chiquito, Rosa Venus. 

Si bien la compañía incorpora tecnología de punta en cada uno de sus procesos, el corazón de La Corona está en su gente, por lo que sus colaboradores gozan de óptimas condiciones de trabajo, oportunidades de desarrollo y acceso a un mejor nivel de vida a través de su compromiso y pasión por su labor. 

Una visita por las instalaciones de esta empresa, implica encontrar a tu paso personas felices realizando su trabajo, siempre con una sonrisa y con el orgullo de formar parte de esta gran familia. 

Muchos de los colaboradores suman varios años de antigüedad en esta compañía, pues han encontrado en ella el mejor lugar para desarrollar su talento, continuar con su preparación, sentirse valorados, acceder a un buen nivel de vida y lograr un balance ideal entre su labor y su vida personal. 

Trabajar en Fábrica de Jabón La Corona se ha convertido en algo aspiracional, por lo que es muy común que diferentes generaciones de una misma familia se sumen a sus filas, pues las buena experiencia vivida por los colaboradores y el amor por la camiseta se va heredando de padres a hijos. 

Una gran empresa amerita una gran flota

Actualmente, Fábrica de Jabón La Corona cuenta con una flota superior a las 400 unidades, la cual le permite dar viabilidad a toda su logística y llegar hasta las comunidades más alejadas de nuestro país. 

Así como la publicidad de boca en boca se ha convertido en una de sus principales herramientas para difundir sus productos, sus vehículos y semirremolques también es clave para proyectar la imagen de la compañía y fungir como una especie de espectaculares sobre ruedas.

Partiendo de este principio, es fundamental que todas sus unidades estén en óptimas condiciones físico mecánicas, por lo que la labor del taller automotriz de Fábrica de Jabón La Corona se torna de gran relevancia.

En este sentido, Sergio Dominguez, responsable de esta área, expresó que su equipo es responsable de garantizar el óptimo funcionamiento de las unidades y, al mismo tiempo, mantenerlas siempre impecables para proyectar la mejor imagen de la empresa en cada uno de sus trayectos. 

Esa labor, dijo, también implica contar con operadores ampliamente capacitados y apegados a estrictos protocolos de seguridad, horas de descanso y salud, de modo que pueda privilegiarse el cuidado de su integridad, de los productos que transportan y de las personas con la que comparten el camino. 

De igual forma, el especialista compartió que la compañía ha desarrollado una serie de mecanismos para evitar ser blanco de la delincuencia y, de la mano de una óptima planeación en sus rutas, capacitación constante, el apoyo de las autoridades y el uso de tecnología han logrado hacer frente a la delincuencia. 

Sergio Dominguez destacó también la buena relación que existe con los fabricantes de vehículos y los diferentes proveedores de la industria, quienes saben que en la operación de la compañía tienen un laboratorio ideal para poner a prueba sus nuevas tecnologías y perfeccionar sus desarrollos. 

El responsable del taller automotriz de Fábrica de Jabón La Corona destacó que han hecho muy buen mancuerna con sus aliados comerciales, pues mediante la comunicación constante, retroalimentación, trabajo conjunto y la confianza promueven un ganar-ganar para todos los involucrados.

Con un equipo humano que combina la experiencia con la juventud y el orgullo de pertenecer a esta gran familia, el taller automotriz de Fábrica de Jabón La Corona trabaja a diario para promover la seguridad de sus unidades, permitir que los operadores regresen con bien a casa después de cada uno de sus viajes y juntos impulsar el desarrollo de la compañía y México.