Los legisladores tienen en sus manos la creación y consolidación de una Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, la cual, entre sus objetivos principales, tendrá el de avanzar hacia una planeación ordenada de los centros urbanos, así como sentar las bases para que sus habitantes se movilicen en un entorno más seguro.

La Ley General de Movilidad es un paso necesario y urgente, e incluso histórico. Sin embargo, genera preocupación en el servicio de autotransporte de carga, ya que podría convertirse en la llave que abra la puerta hacia una mayor sobrerregulación en estados y municipios. 

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El derecho humano a la movilidad y seguridad vial, declarado por el Gobierno mexicano en diciembre pasado, otorga facultades al Congreso de la Unión para expedir una ley general en la materia.

Esta Ley tienen la tarea de facultar a los municipios y Zona Metropolitana del Valle de México para establecer medidas de planeación que impacten de forma positiva en los servicios de transporte público y genere las condiciones para que los ciudadanos transiten seguros, sin importar su medio de transporte. 

La pregunta es: cómo conseguirá la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial una sana concurrencia entre los tres órdenes de Gobierno para cumplir con sus objetivos, en un contexto en el que la sobrerregulación o doble regulación del autotransporte de carga federal, por parte de autoridades estatales y municipales, es una problemática que se ha agudizado en los últimos años. 

Leonardo Gómez Vargas, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP), expone que, para evitar una duplicidad o sobrerregulación, como sucede ya en distintas localidades del país, dicha Ley debe especificar las atribuciones de los distintos niveles de Gobierno.

Cada uno de los estados y municipios quiere establecer una regla, y muchas veces se contrapone una con otra. Deben de dar certeza, buscar cómo hacer las cosas mejor y evitar que lo primero que piense cualquier Gobierno sea restringir al transporte de carga. Creo que podemos convivir y por ello estaremos pendientes”. 

Leonardo Gómez Vargas, Director General de la ANTP.

En entrevista para TyT sostiene que, al establecer una mejor operación, se beneficia a toda la ciudadanía, porque tiene los productos y servicios que requiere más cerca, se consigue una mayor y mejor forma de distribución de las mercancías para que éstas lleguen a tiempo y en forma a un costo competitivo, además de que se genera una mayor seguridad.

En busca de la armonía en la Ley de Movilidad

José Refugio Muñoz López, vicepresidente Ejecutivo de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar), afirma que el sector al que representa es el más interesado en que mejore la seguridad vial en el país.

Expone que las empresas y los operadores sufren directamente los daños —en ocasiones irreparables— de los accidentes; así como los costos, que muchas veces ponen en juego la viabilidad de la empresa. Mientras que una mejor movilidad les permite rodar más y, por lo tanto, hacer más negocio.

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Refiere que la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial es un avance, pero no resuelve el problema de la sobrerregulación. Al respecto, en entrevista añade que no se debe perder de vista que el conjunto de principios y normas trabajado desde el Poder Legislativo debe tener un carácter general, no de ley federal. 

Establecidos los límites en esa ley general, los estados y municipios no podrán tomar decisiones que la contradigan o vayan en su contra. El que no exista una ley general podría llevar, obviamente, a que cada estado quisiera, incluso, establecer sus propias normas de pesos y dimensiones”.

José Refugio Muñoz López, vicepresidente Ejecutivo de Canacar.

Otro aspecto relevante que no se debe dejar de lado, es la búsqueda de un justo equilibrio entre la movilidad de las personas y la de las mercancías. Y la jerarquía de movilidad coloca al transporte de carga en penúltimo lugar, por encima de los vehículos particulares, y por debajo de los peatones, ciclistas y transporte de pasaje, en ese orden.

Tenemos que contar con un marco jurídico que soporte, que sustente ese sano equilibrio, porque la movilidad tiene que ver con dos aspectos: con la de las personas y con la de las mercancías”. 

José Refugio Muñoz López, vicepresidente Ejecutivo de Canacar.

Tres leyes, ¿por qué no? 

Sin duda, conseguir mejoras en la movilidad y la seguridad vial requerirá una visión multifactorial. Ante ello, especialistas han propuesto la creación no de una, sino de dos leyes que atiendan cada uno de los temas. Al respecto, el vicepresidente ejecutivo de la Canacar considera que ellos plantearían una tercera ley: la Ley General de Autotransporte. 

Podemos pensar en una Ley General de Movilidad y Seguridad Vial, donde se contemple el tema de las personas; y en una Ley General de Autotransporte, en la que se observe la parte de la prestación de servicios”.

José Refugio Muñoz López, vicepresidente Ejecutivo de Canacar.

Esta última tiene entre sus planteamientos principales que el transporte de carga se vea como parte de un eslabón, parte de un sistema que, por necesidades de la prestación del servicio, tiene que utilizar una carretera federal, luego entrar a una estatal y después a una municipal. 

La propuesta de Ley estipula los ámbitos de competencia de cada uno de los niveles de Gobierno de una manera armónica, para evitar la sobrerregulación, y ya fue presentada ante la Cámara de Diputados. Actualmente está en su Comisión de Comunicaciones y Transporte.

Transporte de pasaje, a bordo

Entre los objetivos de la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial —que el Congreso de la Unión deberá expedir en no más de cinco meses—, está garantizar vías de acceso más seguras, transporte público de mejor calidad, y un tránsito seguro.

De hecho, tras el surgimiento y permanencia de la pandemia por COVID-19, la peatonización de las calles y el uso de ciclovías han tomado mayor relevancia entre las propuestas de los grupos civiles y de legisladores. 

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Nicolás Rosales Pallares, Presidente de la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), comparte que la Ley no debe dejar fuera la creación de una normatividad relativa a la expedición de licencias, para que éstas sean entregadas bajo protocolos más estrictos y se cuente con un registro nacional. Otro punto relevante es la señalética. 

Refiere en entrevista para TyT, que la señalización debe ser uniforme en cuanto al uso de colores y símbolos en todos los cruces y vialidades primarias de los estados y ciudades del país.

Los sistemas integrados de transporte serán un tema recurrente en los análisis y discusiones, ante la necesidad de que los pasajeros recorran menos kilómetros y en mejores condiciones para llegar a sus destinos.

Las propuestas están acompañadas de distintos procesos de capacitación y transformación dentro de la operación de los sistemas de transporte, así como de la necesidad de recursos. Al respecto, Rosales Pallares reconoce que ninguna ley recién expedida es perfecta, pero sí mejora con el tiempo.