Los aranceles del 50% al cobre, acero y aluminio implementados por Estados Unidos han afectado el ecosistema manufacturero de autopartes en México, reconoció la industria nacional al destacar que el mayor daño se ha causado en las piezas que se exportan bajo los capítulos arancelarios 83, 84 y 87.
«El ecosistema del sector manufacturero de autopartes se ha venido afectando por este clima de incertidumbre de aranceles, pero actualmente el mayor nivel de afectación es en las categorías con alto contenido de acero, aluminio y cobre», aseguró Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA) durante la presentación de los datos mensuales del sector.
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La producción mensual de autopartes registró un crecimiento de 5.05% en mayo, alcanzando un valor de 10,225 millones de dólares, impulsado por el aumento en la producción y venta de vehículos en Estados Unidos.
No obstante, en el acumulado de enero a mayo, las exportaciones mexicanas de autopartes alcanzaron un valor de 42,216 millones de dólares, una contracción anual de 8.63 por ciento.
Autopartes afectadas por aranceles
El director de la INA precisó que algunas de las autopartes más afectadas por los aranceles al cobre, acero y aluminio son las suspensiones, piezas de aire acondicionado, bisagras y soportes.
«La afectación es sobre todo en las piezas de los capítulos arancelarios 87, 84 y 83, como las partes estampadas, suspensión, piezas de aire acondicionado, bisagras y soportes, es ahí donde hemos reportado afectaciones porque se relacionan exportaciones por un valor de cerca de 2,900 millones de dólares anuales», explicó al ser cuestionado sobre los daños por los aranceles.
Padilla agregó que la afectación es distinta dependiendo de la proporción de aluminio, acero y cobre que tenga una pieza, una medida que reconoció ha sido difícil de calcular.
«Dependiendo del grado de proporción aplica el arancel a la parte proporcional, entonces lo que se ha dificultado es la administración de cómo determinar el gravamen, ya que éste se paga en Estados Unidos y es una presión inmediata para quien importa», detalló.
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A pesar de estos aranceles del 50%, Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las autopartes mexicanas exportadas, acaparando el 87% del total de las ventas al exterior, seguido de Canadá (3.5%), lo que consolida a América del Norte como el principal bloque comercial del sector.
De enero a junio, México se posicionó como el principal proveedor de autopartes para Estados Unidos, al representar el 43.48% de sus importaciones en este periodo, la cifra más alta registrada hasta la fecha, superando a países como Canadá, China y Japón.
Incertidumbre por T-MEC
Además de los aranceles al cobre (en vigor desde el 1 de agosto), acero y aluminio (del 25% desde marzo y duplicados al 50% el 4 de junio), la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) también ha generado incertidumbre para la industria.
Desde la INA, Gabriel Padilla informó que el sector automotriz mexicano trabaja en coordinación con la Secretaría de Economía (SE) para presentar propuestas en el marco de la revisión del acuerdo.
«El sector de autopartes y la Secretaría de Economía están preparando propuestas encaminadas hacia la revisión del T-MEC, donde seguramente habrá dos escenarios, uno de ellos de mucha presión por las reglas de origen y el contenido nacional», prevé la INA.
Por parte de la industria en México se plantea incorporar componentes y partes que no estaban antes consideradas para asegurar reglas de origen en las cadenas de suministro, como las partes electrónicas relacionadas a semiconductores, baterías y software.
«Para nosotros es una oportunidad y tendremos que vislumbrar hacia septiembre-octubre que se inicien las consultas en Estados Unidos», indicó.
Guillermo Rosales, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores Automotores (AMDA), coincidió en que el T-MEC generará un periodo «de alta incertidumbre».
«Tenemos que estar preparados y, como lo marcan nuestras proyecciones, será una etapa de estancamiento en 2025 y 2026», dijo al señalar que es difícil que el T-MEC se disuelva debido al alto grado de integración de Norteamérica.
Los trabajos para la revisión del T-MEC iniciarán en septiembre sector por sector, con miras a la revisión programada para enero de 2026.
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