En México, la última milla puede representar hasta el 53% del costo total de entrega, según datos de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), lo que la convierte en un punto crítico para las empresas que buscan ser más competitivas y sostenibles. Este porcentaje refleja la complejidad de los desafíos logísticos en un país con alta concentración urbana y un crecimiento acelerado del comercio electrónico.

Optimizar este proceso no es solo una cuestión de eficiencia, sino una necesidad para satisfacer las crecientes expectativas de los consumidores, quienes demandan entregas rápidas, precisas y sin contratiempos.  

Ante este panorama, la industria logística en México está explorando soluciones innovadoras que prometen transformar la manera en que se mueven los productos. Desde drones que cruzan zonas rurales hasta flotas eléctricas que recorren las ciudades en silencio, estas tecnologías están marcando el inicio de una nueva era.

Empresas como Amazon, DHL y Mercado Libre ya están liderando esta transición. Amazon, por ejemplo, ha implementado camionetas eléctricas y está explorando el uso de drones para entregas de última milla, mientras que DHL ha incorporado vehículos eléctricos con capacidad de carga de dos toneladas para reducir sus emisiones de carbono.

Sin embargo, esta revolución tecnológica va de la mano con una serie de transformaciones que están redefiniendo la logística en México.

Respecto a programas gubernamentales, el Plan México revela una apuesta ambiciosa por mejorar la infraestructura logística mediante la creación de parques industriales y corredores multimodales. Pero al mismo tiempo, la falta de regulación clara para nuevas tecnologías como los drones comerciales es una limitante y escalar su uso se convierte en un desafío. 

En las zonas rurales, donde estas innovaciones podrían tener un impacto aún mayor, los drones están comenzando a demostrar su potencial. Empresas como Sincronía Logística los han utilizado para entregar medicamentos en comunidades aisladas, donde las carreteras son escasas o inexistentes.

En estos casos, los drones han reducido los tiempos de entrega hasta en un 85 por ciento, ofreciendo una solución vital para salvar vidas y optimizar recursos. Aunque aún estamos en las primeras etapas de adopción, su capacidad para superar barreras geográficas y mejorar la conectividad en un país tan diverso como México es innegable.

Desde el punto de vista económico, el crecimiento acelerado del eCommerce, la alta concentración urbana y las presiones inflacionarias están generando una necesidad inmediata de soluciones logísticas más eficientes. Es aquí donde la electrificación de las flotas cobra sentido no solo ecológico, sino financiero.

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En las ciudades, esta transformación ya está marcando un antes y un después. Compañías como Grupo Bimbo y Estafeta están adoptando vehículos eléctricos como una estrategia para reducir su huella de carbono y enfrentar las restricciones ambientales cada vez más estrictas en zonas metropolitanas como Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. Grupo Bimbo, ha renovado su flota con más de 1,000 vehículos eléctricos y planea duplicar esta cifra en los próximos años, mientras que Estafeta ha invertido en vehículos eléctricos en colaboración con BYD.

La perspectiva social también está acelerando esta transformación. El consumidor mexicano no solo quiere recibir su pedido en menos de 24 horas; también quiere saber de dónde viene, en qué condiciones fue transportado y qué impacto generó. Las nuevas generaciones, en particular, están dispuestas a pagar más por servicios sustentables, lo que obliga a las empresas a repensar toda su cadena de valor. En paralelo, la presión por cumplir con criterios ESG ha convertido las emisiones de carbono en un nuevo KPI logístico.

La verdadera revolución no está solo en los drones ni en los vehículos eléctricos, sino en la inteligencia que los hace posibles. Plataformas impulsadas por inteligencia artificial están cambiando la logística: optimizan rutas, anticipan la demanda y resuelven problemas en tiempo real. Desde el momento en que un pedido sale del almacén hasta que llega a la puerta del cliente, cada paso puede ser monitoreado, ajustado y perfeccionado.

Esta trazabilidad no solo mejora la experiencia del usuario; también reduce errores, tiempos y emisiones. Mientras gigantes como Amazon o DHL ya operan con este nivel de precisión, muchas pymes aún buscan cómo subirse a esta ola tecnológica. En este contexto, la digitalización es una herramienta esencial para mantenerse competitivo en un mercado que exige rapidez, precisión y sostenibilidad. 

El futuro de la logística en México es prometedor, pero también desafiante. Lo que antes parecía ciencia ficción, hoy está comenzando a formar parte del día a día.

Hace unos años, imaginar drones entregando medicamentos en comunidades remotas o vehículos eléctricos recorriendo las calles de México parecía una idea futurista. Hoy, ese futuro ya es una realidad. México está trazando una nueva ruta hacia un modelo más ágil, sustentable y tecnológicamente avanzado. Las empresas que logren adaptarse a tiempo liderarán esta transformación, marcando el camino hacia un futuro más eficiente y sostenible.

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Luisa Fernanda Calderón Haro es Analista Performance Improvement – Alvarez & Marsal.

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