En la nueva realidad, la consciencia del tiempo también cambió. Un día es tan diferente al otro que así hay que vivirlo. Atender y resolver el presente para proyectar un futuro inmediato. La incertidumbre sobre el tiempo sigue ahí, y lo que toca acá es más bien resolver un día a la vez.
La reactivación económica, el semáforo epidemiológico, los contagios, protocolos, en fin, todas estas medidas empiezan a mover al país en dos rubros fundamentales: por un lado, la salud y la vida, y por otro, la economía y el bienestar social.
Aunque pareciera compleja, la ecuación es clara y hay que resolverla. Desde la trinchera del autotransporte, Carlos Mancilla, director general de Transmaner, considera que, sin importar el tamaño de la flota, su ubicación o su operación, sobrevivir a la pandemia dependerá fundamentalmente de dos aspectos clave.
+ Inversión en tecnología
Para esta empresa originaria de Cuernavaca, Morelos, la pandemia del coronavirus no vino a afectar drásticamente su operación, pues desde antes ya habían invertido en tecnología, sistemas y equipos que permitieran hacer más eficientes muchos procesos, sobre todo administrativos.
En este sentido, el trabajo a distancia, la digitalización de procedimientos y el uso de sistemas computacionales eran factores por demás conocidos en Transmanera, de tal manera que las adecuaciones en la cuarentena fueron menores en este renglón.
“En efecto la pandemia ha demostrado que mucho se puede hacer de forma remota. Es por eso que, tanto el modelo de negocio como muchos procesos tienen que ser con una base tecnológica muy robusta, a fin de salir lo antes posible de la crisis y estar a la altura de las necesidades del mercado en la nueva realidad”.
+ Desarrollo y capacitación de operadores
En virtud de que los conductores del autotransporte no pueden hacer home office, la tarea de este presente radica en su capacitación, formación y desarrollo, pues son ellos los que sí o sí tienen que subirse al camión, tener contacto con los clientes y garantizar cada flete en tiempo y forma.
“Para eso necesitamos capacitarlos, concientizarlos sobre el riesgo sanitario, pero también de su integridad, pues la delincuencia sigue siendo un problema mayúsculo en el sector. Hoy más que nunca necesitamos más y mejores conductores”.
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Si bien el empresario considera que estos ejes serán fundamentales en la nueva normalidad del autotransporte, también hizo hincapié en la profesionalización del sector y en no escatimar en temas de seguridad, pues esos seguirán siendo temas pendientes y urgentes para las flotas nacionales.
