La economía de México pudo alcanzar en el segundo trimestre su máximo pico de aceleración, mientras que las diferencias sobre el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y los ‘cuellos de botella’ en el mundo son factores que amenazan su desempeño.

En Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirmó que el Producto interno Bruto (PIB) del país creció 1.5% en el segundo trimestre, en términos reales y con cifras desestacionalizadas, respecto a los tres meses previos.

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Se trata de un mejor ritmo de crecimiento, tras la variación trimestral de 1.1% vista en el primer cuarto del año, sin embargo, Intercam Banco expuso que, “es posible que la economía haya alcanzado su pico de aceleración en el segundo trimestre del año”.

El Inegi ajustó a la baja el desempeño de las actividades secundarias o la industria, de 0.4% a 0.3% entre abril y junio, respecto al primer trimestre del año. 

Dentro de la industria, la actividad manufacturera se ha visto afectada por el desabasto de semiconductores, y por los problemas logísticos que acarreó la pandemia en el mundo. 

En el segundo trimestre del año, la manufactura apenas creció 0.1 por ciento, desde una caída previa de 0.3 por ciento; la generación de energía eléctrica y distribución de agua y gas avanzaron 0.7% desde una contracción de 1.7% vista en el primer trimestre. 

Las cifras desestacionalizadas del Inegi también indican que la construcción se mantuvo sin cambios en el trimestre y la minería cayó 0.1% trimestral, desde el crecimiento de 1.8% marcado entre enero y marzo de 2021. 

Las actividades terciarias o de los servicios –importante motor de la economía– crecieron 2.0% respecto al primer trimestre del año, a menor ritmo que en la estimación oportuna, de 2.1% publicada el pasado 30 de julio.

Pese al ajuste, los servicios tuvieron un mejor desempeño que el crecimiento de 1.4% visto en el primer trimestre del año, de acuerdo con las cifras que no toman en cuenta los efectos de la inflación en la economía. 

Los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas, así como los servicios de esparcimiento culturales y deportivos dinamizaron su recuperación con variaciones de 15.9% y 15.7 por ciento, respectivamente, en el trimestre. 

Estas mejoras se deben a una mayor reapertura de la economía entre abril y junio de este año. En esta línea, el comercio al por menor avanzó 3.1% trimestral, desde una contracción de 1.4% vista en el trimestre inmediato anterior.

En contraste, las compras realizadas entre empresas –el comercio al por mayor– retrocedieron 1.6% entre el primer y segundo trimestre de 2021, desde un crecimiento previo de 3.5% marcado entre enero y marzo. 

Entre estos vaivenes, los servicios de transporte, correos y almacenamiento aceleraron de 4.5% a un crecimiento de 8.2% en el segundo cuarto del año, de acuerdo con las cifras reales y desestacionalizadas difundidas este miércoles.

En contraste, las actividades primarias de la economía fueron ajustadas al alza, de un crecimiento trimestral de 0.6% a 0.8 por ciento, en el segundo cuarto del año, indican las cifras reales del Inegi. 

Riesgos para la economía

Respecto al desempeño de la economía de México, Grupo Financiero Banorte mantuvo su estimado de crecimiento de 6.2% para 2021, si embargo, expuso que hay riesgos modestos a la baja. 

Además del virus, como principal riesgo para la economía, el Grupo Financiero expone que las disputas sobre las reglas de origen en el sector automotriz y el mercado laboral con Estados Unidos generan incertidumbre

Considera que, aunque estos probablemente serán resueltos, cuándo y cómo sigue siendo muy incierto.

Otro factor que pesa sobre la economía del país son los ‘cuellos de botella’ observados en el mundo, como consecuencia del surgimiento y expansión desigual de la pandemia. 

Respecto a los cuellos de botella, Banorte refiere que, la escasez de semiconductores y los elevados costos de transporte, entre otros factores, probablemente continuarán por lo que queda del año. 

Este entorno sugiere al menos mayor incertidumbre para la fabricación de bienes, con su resolución impactando tanto los planes de producción como de inversión. «Además, podrían seguir influenciando el panorama para los precios, y, por lo tanto, para la política monetaria”, advirtió.

A estos aspectos se suma una inversión limitada que no termina por dinamizar la economía de México.

Evalúa que, un nuevo plan de inversión en infraestructura del Gobierno federal con la iniciativa privada del país podría ascender a 70,000 millones de pesos, equivale a 0.3% del PIB nominal, “sería modesto”. 

No obstante, añadió que, el panorama de crecimiento, tanto local como externo, también podría impactar otros planes de inversión, especialmente para el sector privado”. 

Además, las tensiones entre China y Estados Unidos siguen al alza, con México potencialmente beneficiándose de esto dada su posición como un centro regional de exportaciones”. 

En la mira de las empresas y los inversionistas está el Paquete Económico 2022, que será presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al Congreso, a más tardar el 8 de septiembre.

Acto que será seguido de la aprobación de la Ley de Ingresos por la Cámara Baja antes del 20 de octubre y por el Senado con límite el 31 de octubre. Finalmente, el Presupuesto de Egresos deberá pasar por la Cámara de Diputados el 15 de noviembre. 

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Dada la nueva composición política de esta última y noticias sobre potenciales cambios a los ingresos y el gasto (aunque diluyéndose recientemente), la incertidumbre sobre el resultado podría detonar cierta precaución entre los negocios, añadió Grupo Financiero Banorte. 

En su análisis prevé que el PIB de México crecerá 0.8% en el tercer trimestre y 0.5% en el cuarto trimestre. A menor ritmo que el 1.5% visto en el segundo cuarto de 2021.