Sin importar si trata de una gran flota, o de un hombre-camión, el cómo luce una unidad es la mejor carta de presentación que puede tener sea cual sea el giro al que se dedique. El que se encuentre en perfectas condiciones físicas y mecánicas es fundamental, pero si a ello se le agrega que esté limpia la impresión que se da a los clientes es mucho mejor.
Por supuesto, mantener un vehículo de grandes dimensiones limpio no es una tarea sencilla, por ello los sistemas de lavado se han convertido en una extraordinaria solución. Y es que no se trata de un aspecto netamente estético, en ocasiones el retirar la suciedad se convierte en un asunto de seguridad e incluso un factor para lograr un mayor rendimiento de combustible, les explico por qué…
La especialización
Dependiendo de la aplicación de la unidad, ésta se encuentra expuesta a diferentes entornos, lo que ha generado una especialización en los sistemas de lavado disponibles en el mercado. Pensemos en los vehículos que trabajan en basureros, minas, canteras, plantas eléctricas e instalaciones de agricultura. En cada uno de estos escenarios se genera muchísima suciedad y desperdicio, algunos camiones incluso están en contacto con agentes peligrosos y tóxicos. Para que estas unidades puedan acceder nuevamente a las zonas pobladas deben ser sometidas a un lavado eficaz y seguro con químicos específicos. Así como en este caso, otro tipo de unidades también requieren de cuidados precisos, por ejemplo:
- Autobuses. Para éstos existen equipos de lavado sin contacto o sistemas con cepillos. Las empresas que ofrecen estos equipos diseñan con sus clientes (grandes y medianas flotas) el sistema apropiado para cada aplicación. Hay sistemas para autobuses de lavado hibrido, que combinan lo mejor de las tecnologías sin contacto y de cepillo con lavado a presión alta en las partes delanteras, traseras, techo y llantas combinado con cepillos laterales resultando en unidades más limpias, evitando dañar las carrocerías.
- Autobuses escolares. Estas unidades representan un desafío para los sistemas de lavado convencionales de cepillos. Para éstos se recomienda un sistema sin contacto ya que no dañan los espejos, los signos de alto en los costados de los autobuses ni los protectores de luces. Es importante considerar un sistema que limpie debajo de la carrocería ya que esto reduce la corrosión del chasis y de los paneles laterales.
- Unidades de servicios. Estos son especializado en camiones de recolección de basura. Lavar regularmente estas unidades hace que además de lucir limpias se limite la cantidad de corrosión facilitando el acceso para hacerles el mantenimiento.
- Camiones. Cuando se cuenta con una gran flota lo ideal es instalar uno de estos sistemas en los patios de la empresa. Hay sistemas automatizados que pueden lavar hasta 7,000 camiones en un mes. Esto, como comentamos en un principio, aunado a un buen servicio, asegura que la flota dé siempre una buena impresión a los clientes. Es importante considerar sistemas de bajo mantenimiento y facilidad de operación.
- Vocacionales. Los vehículos usados en los campos de explotación de petróleo o en las minas por ejemplo, se mueven en condiciones extremas y en lugares remotos. Esto generalmente significa que las vías de acceso son complicadas, lo que provoca que los vehículos acumulen grandes cantidades de barro y suciedad. Esta suciedad puede pesar de 90 hasta 900 kilos dependiendo del tamaño del vehículo. Esto puede generar que los componentes del vehículo se desgastes más rápidamente y se eleva sustancialmente el consumo de combustible. El usar métodos convencionales de lavado puede tomar horas para remover esta cantidad de suciedad por eso lo ideal es optar por un sistema de lavado pesado que de preferencia utilice agua reciclada para contrarrestar el gasto del líquido necesario para obtener una buena limpieza bajo estas condiciones extremas. Utilizando agua con una presión relativamente baja pero con gran volumen se puede remover este tipo de suciedad en minutos.
Mantener las unidades limpias además de proyectar una buena imagen puede convertirse en un factor determinante para elevar la productividad y eficiencia de una flota.
