En un contexto de elevada inflación y de una economía en recuperación, Hugo Carrillo, propietario de cuatro vehículos de carga, ha tenido que decidir entre aumentar sus ingresos (tarifas) o reducir aún más sus costos de operación, y es esto último lo que más están haciendo los micro y pequeños empresarios. 

Los hombre-camión y pequeños transportistas representan 97.4% de las empresas que ofrecen sus servicios de transporte de bienes y mercancías en el mercado, de acuerdo con los últimos datos de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).

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En una escalada en los costos de operación– una elevada inflación–, estos empresarios han visto cómo los márgenes de sus ganancias se alejan del óptimo 30% para mantenerse en circulación. 

“Una empresa transportista ubicada en el centro del país no cobraba menos de 35,000 pesos por un viaje a Monterrey, sin embargo, hay quienes lo están haciendo por no más de 25,000 pesos”, lamenta Antonio Ocaña, director de MOG Refrigerados. 

El diesel y los lubricantes representan 43.5% del gasto del autotransporte. Hoy realizar un viaje del Estado de México a Monterrey cuesta 800 pesos más que en enero pasado, tan solo por concepto de diesel, cantidad que representa los viáticos de un operador para ocho días fuera de casa. 

El propietario de una flota de poco más de 20 unidades refiere que ante la elevada inflación y la feroz competencia, surgida después de la pandemia de COVID-19, su empresa optó por dejar de prestar sus servicios foráneos para concentrarse en lo local. 

“Hemos ajustado nuestras tarifas, pero llega un punto en que los clientes ya no quieren pagar, por eso decidimos dejar de hacer largo recorrido, para enfocarnos en servicios locales, con menor consumo de diesel y aceites lubricantes, además de que las unidades tienen menor desgaste y demandan menor mantenimiento”, precisa. 

En marzo pasado, los precios del autotransporte de carga general incrementaron 6.20% respecto a igual mes de un año atrás, se trata de su mayor ritmo de crecimiento desde abril de 2020, cuando el alza fue de 6.54%, refieren datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Mientras que la inflación general fue de 7.45%, la mayor desde enero de 2001.

Si bien, los costos de los fletes presentan su alza más importante de los últimos 11 meses, los precios del diesel, neumáticos, refacciones y aceites lubricantes, por mencionar algunos insumos utilizados por el autotransporte, suben a doble dígito. 

Hugo Carrillo añade que lo que están haciendo los hombre-camión es prolongar los mantenimientos de sus vehículos y bajar la calidad de los productos. “El neumático es de menor calidad, y eso tiene dos vertientes: la llanta rinde menos y son menos seguras en carretera”, advierte como uno de los efectos de la inflación. 

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La inflación promedio de los neumáticos en el primer trimestre de este año fue de 15.1%, de acuerdo con el Índice Nacional Precios Productor (INPP). En la práctica significa desembolsar 12,600 pesos más que en febrero para cambiar las 18 llantas a un tractocamión.

“Estamos en una situación muy difícil, porque con la pandemia nos han pegado los tiempos de pago, porque pasamos de facturar a 30 días hasta 90 días de pago, a lo que se suma el cumplimiento del complemento Carta Porte del SAT y mayores costos de insumos”, concluye el hombre-camión. 

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