Los procesos de sucesión entre generaciones siguen siendo el mayor reto que enfrentan las empresas familiares, donde el 70% desaparece con el cambio generacional, destacó Héctor González, experto en economía, durante el Simpósium Logística y Movilidad 2025.

De acuerdo con González, la mayoría de los fracasos se debe a conflictos internos familiares, no a problemas financieros, por lo que aconsejó a los líderes de empresas transportistas identificar el ciclo de estas compañías para evitar que desaparezcan en la segunda generación.

«De la primera a la segunda generación, el 70% de las empresas desaparece porque no son capaces de sobrellevar la relación interna familiar y esto hace que los empleados de más abajo se confundan», explicó durante la conferencia magistral «Empresas familiares: gestión, liderazgo y sucesión».

Claves para sobrevivir al cambio generacional

Además de los riesgos y amenazas que toda empresa enfrenta, existen características que marcan el destino de la mayoría de las corporaciones familiares, como la capacidad administrativa y emocional de la siguiente generación y los conflictos internos.

«Generalmente, la segunda generación de empresas familiares cambian y su ciclo empresarial es distinto, por lo tanto en esta parte se da una gran frustración», detalló Héctor González.

Para el experto, una de las claves para que una empresa familiar perdure es la profesionalización.

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«Si la compañía crece y tiene mucha demanda, y la familia ya no es capaz de atender las necesidades organizacionales y de mercado, en ese momento se debe contratar personal con un perfil adecuado para cada área», refirió.

En México, de acuerdo con el estudio “Nivel de progreso de las Empresas Familiares para lograr su continuidad y armonía”, sólo el 5% de estas compañías manifestó en 2024 que existe profesionalización en su organización.

Planear la sucesión familiar

Los líderes de la primera generación de empresas familiares trabajan para sus hijos y para los hijos de sus hijos, por lo que la continuidad depende de que las nuevas generaciones asuman su papel como co-creadores de estas corporaciones, no solo como herederos, aconsejó Héctor González al señalar algunos errores que cometen estas organizaciones.

«Cuando comienza la primera generación de las empresas familiares, el liderazgo es muy dictatorial, mientras que la segunda procura ser más delegacional, es decir, delega a sus empleados, sin embargo, en la mayoría de las ocasiones el tercer linaje ya ni se presenta a laborar a la empresa, solo recibe los dividendos», expuso.

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Para evitar que el cambio generacional destruya una empresa familiar, el experto recomendó planear la sucesión.

«Antes de dejarle la sucesión a un hijo se le debe preguntar si quiere esa responsabilidad o no, en el caso que la respuesta sea afirmativa, entonces esa generación de compromete a mejorar lo que lograron sus padres», indicó.

De acuerdo con el Instituto de Familias Empresariales para México y Latinoamérica (IFEM), el 90% de las entidades económicas en el país son empresas familiares, las cuales generan el 75% del empleo, por lo que fue uno de los temas clave dentro del Simpósium de Logística y Movilidad 2025, organizado por el Gobierno de Guanajuato, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar) y el Clúster de Logística y Movilidad del estado.

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