Tras una evaluación sobre el servicio, el Poder del Consumidor señaló que el nuevo corredor Izazaga-Tlalpan tiene fallas técnicas, carece de campañas de socialización para anunciar la entrada del nuevo corredor y una falta de coordinación entre los diversos servicios que se ofertan.
El nuevo corredor tiene como objetivo la sustitución de microbuses y vagonetas de baja capacidad con una vida útil de 20 a 30 años y con tecnologías obsoletas en controles de emisión. No obstante, señala la asociación, el usuario enfrenta fallas que demeritan el servicio y frenan el proceso de adaptabilidad del nuevo corredor.
“No se trata únicamente de sustituir microbuses por autobuses. El problema es la falta de profesionalización del servicio, incluidos despachadores, operadores y equipo de gestión”, señala Víctor Alvarado, coordinador de Movilidad Urbana y Transporte Eficiente de El Poder del Consumidor, citado en un comunicado.
“En esta implementación no se incluyó un equipo técnico especializado y de estrategias de comunicación, donde el usuario forme parte del proceso de renovación y actualización del servicio, y se atiendan eficazmente las necesidades de movilidad en términos de reducción de tiempo de traslado y en condiciones de seguridad”, agrega.
De acuerdo con la evaluación al corredor, éste enfrenta:
- Carencia de una programación integral del servicio. Cada ramal define su tiempo de salida sin una sincronización entre los diferentes destinos. Por ejemplo, las tres bases ubicadas en Pino Suárez ofrecen corridas simultáneas con destinos similares y olvidan enviar unidades a otros destinos. Como consecuencia, los usuarios deben esperar de 10 a 20 minutos para abordar un autobús en terminales y paradas establecidas.
- No hubo estrategias de comunicación para socializar la entrada del nuevo esquema de operación en el corredor. El servicio entró en operación de un día para otro sin dar aviso a los usuarios de las modificaciones que se tendrían, entre ellas, el aumento en la tarifa, paradas establecidas, y la prohibición de los ascensos y descensos en cada esquina. Estas modificaciones si hubieran sido comunicadas de forma correcta, los usuarios no tendrían una percepción negativa de estos cambios que son para una mejora en el servicio.
- El servicio exprés quedó en el olvido. Anteriormente, sobre Tlalpan operaba un servicio exprés que reducía los tiempos de los usuarios significativamente. El tramo que va de Pino Suárez al Estadio Azteca se recorría en 27 minutos. Sin embargo, el servicio actual se realiza en un tiempo promedio de 35 a 45 minutos y en horas de máxima demanda puede llegar a ser de más de 1 hora.
- Condiciones de accesibilidad reprobadas. Los autobuses carecen de un diseño y configuración que permita a un usuario con silla de ruedas, muletas o movilidad limitada abordar este tipo de autobuses, ya que cuentan con escalones y al interior carecen de espacios suficiente.
- Sin carril preferencial para el transporte público. De acuerdo con lo establecido en la Declaratoria de Necesidad publicada en la Gaceta Oficial, se deben tener carriles preferenciales para el transporte público, no obstante, sobre Tlalpan se mantiene las mismas condiciones viales que dan prioridad a la circulación de vehículos particulares, frenando la preferencia del transporte público sin que haya una reducción en los tiempos de viaje.
La tarifa de un viaje de ida y vuelta en el nuevo corredor Izazaga–Tlalpan es de $14 pesos. Debido a esta cifra, algunas personas optaron por utilizar el Tren Ligero, que tiene una tarifa de $3 pesos.
El incremento en la tarifa en el nuevo servicio no refleja los costos reales de la operación, la gestión y el mantenimiento del servicio. Esto sin mencionar los costos erogados por los transportistas, quienes deben hacer una inversión inicial de entre 2.5 y 2.8 millones de pesos para la adquisición de un autobús, por lo que pensar en bajar la tarifa en este servicio sería una falsa solución.
La asociación hizo un llamado al Gobierno capitalino y a la Secretaría de Movilidad para que implementen corredores que garanticen la profesionalización del servicio y cumplan con los lineamientos establecidos en la Declaratoria de Necesidad publicada en la Gaceta de la Ciudad de México para privilegiar la movilidad en el transporte público con un sentido de calidad en el servicio.