Durante abril y mayo, con el cierre de las plantas armadoras de vehículos ligeros, CSI enfrentó una disminución en su operaciones del 68 por ciento, condición que poco a poco ha comenzado a revertirse con la reactivación gradual de la producción de los complejos industriales del país.

Al respecto, Gustavo Jiménez, director general de CSI, comentó que en los últimos meses, la empresa ha apostado por la optimización de sus recursos y por el cuidado de sus colaboradores, tanto en términos de salud como en la posibilidad de proteger los puestos de trabajo. De igual forma, destacó la necesidad de mantenerse como la mejor opción para sus clientes.

“Estamos trabajando para velar por la seguridad de nuestro personal y salvaguardar las fuentes de empleo, no hemos despedido a nadie y haremos todo lo posible para que así siga”, detalló el directivo.

Añadió que, mientras los vehículos permanecieron detenidos, se le brindó el mantenimiento adecuado para tenerlos a punto y volver a operar a toda su capacidad.

Señaló que el servicio excepcional es lo más relevante para mantener la lealtad de sus clientes, dicho concepto, dijo, se pone de manifiesto con entregas justo a tiempo, con la calidad de cada uno de sus procesos y con el cuidado de sus operadores y de la carga que transportan.

Destacó que en las últimas semanas la empresa ha trabajado en concientizar a su personal acerca de la importancia de cuidar su salud y la de sus familias. De igual forma, sostuvo, se ponen en práctica los protocolos requeridos por cada uno de sus clientes para permitir el acceso a sus instalaciones.

De cara a este proceso de reactivación, la innovación será un factor clave en todas las áreas de la empresa, desde los sistemas de información, hasta la tecnología que se incorpore a las unidades para hacerlas más eficientes. Destacó la adopción definitiva de las herramientas digitales que han cobrado fuerza en esta contingencia como alternativa para promover la cercanía con los grupos de interés y para optimizar los recursos.

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