De acuerdo con el reporte: Invertir para Movernos: un diagnóstico de inversiones en movilidad en las zonas metropolitanas de México, 2011-2015 realizado por el ITDP, en México la inversión en movilidad disminuyó de 38.2 mil millones de pesos (mmp) en 2011 a 16.7 mmp en 2015.

De acuerdo con el organismo, el objetivo del documento es analizar puntualmente cuáles fueron los proyectos ejercidos en las 59 Zonas Metropolitanas del país, con el interés de incidir en la mejora de la Movilidad Urbana Sustentable (MUS).

Con la información recaudada se encontraron que algunos patrones de egreso estuvieron dirigidos a la infraestructura automovilística. De hecho, en 2015 se registró el menor porcentaje de inversión en Movilidad Urbana Sustentable con tan solo 13% mientras que en el 2012 fue del 40%.

En primer apartado de la versión web del documento, el ITDP señaló que el Presupuesto Base Cero que tuvo la finalidad de optimizar el gasto público en su aplicación para la eliminación de programas y reestructuración de las partidas presupuestales, no se encontró con un cambio que favorece decididamente la movilidad sustentable en el país.

Además, fueron eliminados los fondos para el cuidado ambiental y movilidad sustentable en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017.

No obstante, para el Presupuesto de Egresos de la Federación 2017 se sigue sin contemplar el fondeo al Programa de Impulso a la Movilidad Urbana (PIMU) y en contraste, sí se incluyen considerables recortes de recursos a la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) y a la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), las instituciones de orden federal que más impulsan el tema.

Lo anterior, señalan, inhibe la posibilidad de alcanzar las metas adquiridas por el gobierno federal en materia de reducción de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) mediante medidas de transporte sustentable y ordenamiento territorial en los Acuerdos de París sobre el Cambio Climático o las mismas metas establecidas dentro del Plan Nacional de Desarrollo (PND) y el Programa Nacional de Desarrollo Urbano (PNDU).

Lo anterior, implica que continuará la tendencia de invertir en infraestructura para el uso del automóvil que sólo beneficia a una pequeña proporción de los viajes a la población de mayores recursos del país, con lo que aumenta la brecha de desigualdad en México.

Finalmente, los recientes recortes presupuestales implican que se tiene que trabajar en una política que permita a los municipios incrementar su recaudación local y depender menos de los fondos federales, como mediante la aplicación de cargos al uso y tenencia del automóvil para financiar la movilidad sustentable. De lo contrario el financiamiento a la movilidad urbana sustentable y reducción de la desigualdad será cada vez más difícil.

Desde el 2011, ITDP se ha preocupado por capturar la información de egresos de la federación para conocer cuál ha sido la inversión en tema de movilidad, sobre todo en la movilidad urbana sustentable por Zonas Metropolitanas.