Con los nuevos parámetros de medición del Semáforo de Riesgo Epidémico que prepara el Consejo Nacional de Salud (CONASA), incluso el color más alto de riesgo de COVID-19 ya no implica cierres absolutos a las actividades ni restricciones a la movilidad, informó Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

En conferencia de prensa destacó a las actividades relacionadas con la educación, las cuales ya no serán sujetas al cierre total y más bien el mismo contexto que fueron consideradas las actividades económicas esenciales durante el confinamiento más severo.

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Entonces, dijo, no debe extrañar que haya espacios públicos que permanezcan abiertos aun cuando haya crecimiento de la epidemia. “Pero lo que sí es muy, muy importante es que las distintas medidas de seguridad sanitaria se cumplan a cabalidad en esos espacios públicos y en la periferia”, enfatizó.

López-Gatell agregó que la perspectiva del manejo epidémico ha ido cambiando a lo largo de la propia pandemia, no sólo en México, sino en el mundo.

“Lo hemos dicho ya en varias ocasiones, no es lo mismo una epidemia en el momento en que está arrancando con una sociedad todavía en posibilidades de hacer medidas más extremas de contención o de mitigación”, precisó.

Recordó que en México como en otros países ese fue el primer escenario en el que había que ganar tiempo para poder disponer de las capacidades para afrontar la crisis sanitaria, especialmente crear las condiciones hospitalarias.

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Y si bien el inicio de la era COVID-19 llegó al país cuando se tenía un deteriorado sistema de salud, reconoció, 17 meses después hay un escenario sustancialmente diferente. “En primer lugar, tenemos ya aprendido una serie de lecciones que la propia epidemia nos ha dejado”, comentó.

Una de estas lecciones es una sociedad a la que señaló como cansada de tener estos largos meses de epidemia. Por lo que, agregó, no se puede pedir una nueva reducción a la movilidad: “no es lo mismo hoy a lo que era en febrero de 2020; tratar de forzar la situación cuando ha habido importantes efectos en la vida pública, económicos, sobre todo para las familias que tienen mayor escasez de recursos”.

Otro aspecto que destacó es el impacto emocional y psicosocial que el confinamiento tiene en los niños y jóvenes.

Por todas esas razones también el confinamiento no puede ser tan severo, tan estricto, como lo fue al inicio, cuando tuvimos la Jornada Nacional de Sana Distancia”, recalcó.

Cabe mencionar que la Secretaría de Salud presentó a los integrantes del CONASA, el proyecto de los nuevos parámetros de medición del Semáforo de Riesgo Epidémico, que responden a la actual dinámica de contagios, hospitalizaciones y defunciones, así como de las edades principalmente afectadas por la epidemia, aspectos modificados por el avance de la política nacional de vacunación.

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En este mismo espacio, informó que ya se han vacunado 38 y medio millones de personas en el país, que representan el 43% de la población adulta.