La industria automotriz puede convertirse en una pieza clave para consolidar a México como un hub logístico en la región de Norteamérica en la próxima revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), consideraron expertos del sector.

«La revisión del tratado es una oportunidad para afianzar a México como un hub automotriz en Norteamérica, para ser la región más competitiva del sector a nivel mundial frente a Asia y Europa», destacó Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), en el conversatorio «Acelerando la industria automotriz: retos y oportunidades», organizado por la plataforma financiera MUNDI.

En esto coincidió Daniel Romero, presidente de la Comisión Automotriz de Canacintra Querétaro, al señalar que a largo plazo «México puede consolidarse como el el hub automotriz de la región si se logran sustituir importaciones clave y alinearse a las reglas de origen».

El T-MEC, que sustituyó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tiene una vigencia inicial de 16 años, pero en el artículo 34.7 se estableció una revisión a los seis años de su implementación, es decir, el 1 de julio de 2026. En la antesala de esta inspección, los tres países han comenzado a realizar consultas públicas y, en el caso de México, la industria automotriz ha sido un actor relevante.

Los retos del T-MEC

Expertos de la industria automotriz consideran que México tiene diversos retos en la revisión del T-MEC, como el caso de las reglas de origen.

«Es importante que se genere un apartado dentro del T-MEC que defina bien cómo calcular el valor del contenido regional de los productos que se exporten», propuso Daniel Romero, de Canacintra Querétaro, al recordar que con el TLCAN el contenido era de 62% y ahora con el T-MEC es el 75 por ciento.

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Guillermo Bernal, director de Asuntos Públicos de la American Chamber of Commerce, agregó que debe establecerse una especie de factura homologada para el cálculo del contenido regional.

«En el caso de las reglas de origen, se debe determinar cómo vamos a calcular contenido regional, homologar algún tipo de factura para proteger la industria nacional o regional», explicó el representante de más de 1,500 empresas de México y Estados Unidos.

Gabriel Padilla, de la INA, también puso sobre la mesa un capítulo de semiconductores en la industria automotriz, una propuesta que ya se está revisando con la Secretaría de Economía.

«Hay un capítulo pendiente sobre semiconductores porque hay todo un ecosistema que está impulsado por la tendencia a la electromovilidad», indicó.

El autotransporte, una pieza clave

El transporte en todas sus modalidades, pero en especial por vía terrestre, también es uno de los temas prioritarios en la revisión del tratado, ya que es clave en los hubs logísticos.

«México sigue siendo muy atractivo, pero tiene retos en infraestructura logística, sobre todo los costos de transporte en la zona centro son mucho más competitivos que si los traemos en en la zona norte, entonces, los transportes sí se consideran en este momento una base importante», mencionó Daniel Romero, de Canacintra Querétaro. 

El T-MEC cumplió en julio media década de su implementación, siendo el autotransporte el que moviliza siete de cada 10 dólares del valor de la mercancía, de acuerdo con cifras de la Oficina de Estadísticas del Transporte del Gobierno estadounidense (BTS, por sus siglas en inglés). 

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El dato más reciente del movimiento transfronterizo entre México y Estados Unidos refiere que en julio el autotransporte movilizó 54,847 millones de dólares en valor de carga, un incremento anual de 6.6 por ciento. 

De ese monto, 35,157 millones de dólares (64.1%) fue de mercancía exportada de México hacia Estados Unidos y 19,689 millones de dólares (35.9%) de los bienes importados de ese país a territorio nacional. 

Los datos de julio revelan también que el autotransporte sigue siendo el principal medio para trasladar mercancía entre los dos países, movilizando el 73.8% del valor total de bienes.

En segundo lugar están los ferrocarriles, que en julio movieron un total de 7,895 mil millones de dólares, de los cuales, el 64.7% fue de mercancía que se exportó de México hacia Estados Unidos y el 35.3% a la inversa. 

Los buques, por su parte, transportaron 5,632 millones de dólares en el séptimo mes del año, una caída anual de 16%, mientras que el transporte aéreo movió 3,075 millones de dólares, 68.2% más que en julio de 2024.

Entre septiembre de 2025 y enero de 2026, los gobiernos de los tres países deben hacer una evaluación de cómo funcionó el actual tratado, T-MEC para México, USMCA para Estados Unidos y CUSMA para Canadá; cada nación lo llama de diferente manera.

El periodo que se debe evaluar es desde que entró en vigor el tratado, 1 de julio de 2020, hasta el 2025, para llegar al 1 de julio de 2026 a la revisión del T-MEC con estas evaluaciones. En este contexto, la industria automotriz adelantó que alista una serie de propuestas en favor de la manufactura nacional.

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