Mientras que el mundo lleva a cabo diversas acciones para impulsar las energías limpias y volverlas una realidad para todos los bolsillos, el diesel aún tiene un longevo futuro en México, debido en gran parte a la importancia que los hidrocarburos tienen para las finanzas del país y la falta de infraestructura para generar energías verdes, pero también a un parque vehicular del autotransporte con una elevada antigüedad.

No obstante la permanencia de este combustible, los fabricantes de motores siguen avanzando para que en la tecnología de combustión interna sea cada vez más amigable con el medio ambiente, asegura Jorge Machuca, director de motores automotrices en Cummins para México e Hispanoamérica, durante el podcast Radar TyT.

«El diesel podría estar en el país todavía por muchos años. Diez, 15 o 20 años… vamos a seguir viendo diesel en las carreteras. No hay manera de hacer una sustitución de todos los hidrocarburos que se consumen en el autotransporte y pasarlos a una matriz eléctrica. Es decir, al diesel lo vamos a ver más allá del 2050, definitivamente, en mayor o menor medida, pero no veo que desaparezca tan rápido como en los países europeos», explica.

Aquí puedes escuchar este episodio de Radar TyT:

Machuca señala que con el objetivo de alcanzar las metas del Acuerdo de París, los gobiernos ponen especial interés en los transportes, ya que es uno de los principales contribuidores de emisiones de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero, pensando en enfocarlos hacia la electricidad; sin embargo, en México es diferente y no resulta viable en este momento reemplazar la energía generada por hidrocarburos.

«Y la infraestructura eléctrica no se crea tan rápido, y con los programas que tenemos actualmente en México donde hay incertidumbre para los inversionistas privados, quienes son la punta de lanza, creo que el diesel podría estar en el país todavía por muchos años», precisa.

El directivo de Cummins resalta que cada país tiene su complejidad, por ejemplo, los países consumidores (no productores) de petróleo han iniciado una cruzada para no depender de los hidrocarburos, invirtiendo de manera estratégica en energías alternativas para tratar de disminuir la huella de carbono y cumplir con los Acuerdos de París.

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Mientras que otros países, como México, que son productores de petróleo y que parte de sus ingresos dependen de este combustible, resulta complicado pensar en un viraje brusco hacia la electrificación de los vehículos de carga; y en los que las inversiones se siguen enfocando en la producción de gasolinas, diesel y otros combustibles. Esto, destaca, manda el mensaje indirecto de que esto durará muchos años más.

Por otro lado, resalta que Cummins está muy comprometida con el medio ambiente y tiene metas muy específicas para reducir la huella de carbono, no sólo de la compañía, sino contribuir para reducir esa huella en todos los lugares en los que tiene presencia.

Detalla que el parque vehicular en México es muy parecido al que hay en América Latina, así como en Asia y África; por lo que hoy buen porcentaje del parque vehicular tiene motores que cumplen con normas EPA 04 o anteriores, y si se compara con un Euro VI, tan solo por el cambio de tecnología, se tendría una reducción de más del 80%.

«Una alternativa que pudiera ser más rápida y más económica es tratar de desechar todo ese parque vehicular que es antiguo, modernizarlo para que cumpla con normas más estrictas, y con eso estaríamos garantizando una disminución dramática en las emisiones que tenemos hoy en día. Éstas son alternativas que muchos países están contemplando, porque la respuesta no es irnos de manera inmediata a lo eléctrico o al hidrógeno, sino más bien cumplir con esas metas y compromisos».

En este sentido, destaca que en México falta mucha regulación en esto, y que más que dar el brinco a lo último en tecnología de motores, se debería trabajar en la renovación y modernización de las unidades más antiguas: «Estamos hablando de un potencial enorme si hubieran las adecuadas políticas y regulaciones, y si hubiera voluntad política para establecer ese marco jurídico que nos permitiera caminar hacia esa reducción de GEI y CO2».

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Y uno de los principales retos que hay en el país es la disponibilidad del diesel UBA. Todos los fabricantes estamos listos con las nuevas tecnologías, pero no se trata de traerlas por traerlas, sino de traer lo que es correcto y apropiado para le país; y si no hay un suministro adecuado de combustible lo más seguro es habrá problemas allá afuera, y lejos de ser un beneficio se puede converir en un problema.

Durante Radar TyT, además de destacar que el diesel seguirá siendo un jugador muy importante como combustible y el esfuerzo y labor de los fabricantes de motores para seguir haciendo su parte, cada vez más limpios y eficientes, Machuca habla sobre los avances, beneficios y retos de otras fuentes de energía para el autotransporte, como el gas natural, la electricidad y el hidrógeno; así como la relevancia que considera que éstas tendrán en algunos años más.

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