La temporada de verano es una de las más importantes para el movimiento de personas en México. Miles de familias, estudiantes y trabajadores aprovechan los días de descanso y las vacaciones escolares para visitar a sus seres queridos, conocer nuevos destinos o simplemente descansar.
Por mucho, la carretera es por donde viajan más personas, alrededor del 96.1% de los desplazamientos interurbanos en México se realizan en autobús, mientras que el 2.8 % ocurren en avión, y 1.1% por ferrocarril. Después de las dos semanas de Semana Santa —el pico más alto de viajes en el año— y las vacaciones decembrinas, el verano se convierte en la etapa con mayor flujo acumulado de personas, especialmente si sumamos los fines de semana de julio y agosto.
A diferencia de otros periodos, en verano los viajes se distribuyen de manera más uniforme a lo largo de varias semanas, lo que representa una gran oportunidad para el autotransporte.
La primera y más importante es viajar con líneas de autotransporte formal, registradas ante la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
Estas empresas cuentan con operadores capacitados, unidades modernas, coberturas de seguro vigentes y protocolos de mantenimiento. En caso de contratar un servicio de turismo, es indispensable verificar que tiene un permiso federal, seguro de viajero y documentación en regla.
Más allá de la seguridad, viajar en autobús es una decisión inteligente, eficiente y ambientalmente responsable.
México cuenta con un sistema de transporte de pasajeros altamente competitivo a nivel internacional, reconocido como un referente de calidad por otros mercados globales. De hecho, el país se posiciona como uno de los principales destinos para la venta de autobuses foráneos dentro de la industria automotriz mundial.
Gracias a esta fortaleza, las empresas mexicanas operan flotas de autobuses de primera clase que ofrecen servicios a bordo de alto nivel: asientos tipo cama, pantallas individuales, conexión a Internet, puertos de carga para dispositivos electrónicos y aire acondicionado. Todo esto convierte al autobús en una alternativa muy competitiva frente a ciertos vuelos comerciales.
Y si hablamos de sostenibilidad, el autobús lleva una ventaja significativa. En promedio, el viaje en avión genera hasta cinco veces más emisiones de CO2, equivalente por pasajero, que un viaje en autobús. Esto lo convierte en una de las formas más limpias de transporte interurbano motorizado disponibles actualmente. Elegir este vehículo es elegir una huella ambiental menor, sin sacrificar comodidad ni eficiencia.
En cuanto a seguridad vial, las principales líneas de autobuses en México destacan por la incorporación de tecnologías avanzadas: alertas de cambio de carril, frenos autónomos de emergencia, sensores de fatiga y distracción, control de velocidad adaptativo, monitoreo satelital y telemetría en tiempo real, que permiten una conducción más segura y controlada.
Estas herramientas han elevado los estándares de operación, permitiendo mayor prevención de accidentes.
Autobuses, los pioneros
Desde el punto de vista ambiental, los autobuses foráneos también han sido pioneros en movilidad sostenible: fueron los primeros en adoptar la norma Euro V en México, incluso antes que el transporte de carga, aunque no tenían la obligación normativa de hacerlo.
Esto demuestra un compromiso sectorial con la reducción de emisiones contaminantes. Además, ya existen pruebas piloto y vehículos en operación con tecnologías de cero emisiones, como autobuses eléctricos o a gas natural.
Sin embargo, aún hay retos por resolver: la alta inversión inicial, la autonomía limitada de los autobuses eléctricos, el peso de las baterías y la infraestructura de recarga siguen siendo desafíos importantes, muy similares a los que enfrenta el transporte de carga de largo recorrido.
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No obstante, el modelo operativo del autotransporte de pasajeros, con rutas establecidas y retornos predecibles, ofrece condiciones favorables para la adopción tecnológica gradual.
Este verano, elegir el autobús es elegir seguridad, comodidad y sostenibilidad. Porque moverse en autobús es moverse con conciencia, con responsabilidad… y con rumbo al futuro.
Miguel Elizalde
Redes Sociales @MELIZALDEL
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