Hoy en día la electromovilidad es una indiscutible realidad en nuestro país. Tan sólo en lo que va de este 2025 se han comercializado 17.4% más vehículos eléctricos ligeros que en 2024; sin embargo, aún hay trabajo por hacer para exponenciar esta transición hacia energías más limpias entre flotas de carga y pasajeros, así como usuarios particulares de este tipo de automotores.

Por ello, la Asociación Mexicana de Impulso al Vehículo Eléctrico (AMIVE) llevó a cabo la segunda edición del México EV Day 2025, un esfuerzo por generar un espacio de diálogo y acercamiento con el sector financiero para construir mecanismos que ayuden a ampliar y fortalecer la movilidad eléctrica en el país.

Diana Ávalos, Directora General de este organismo, comentó que la edición de este evento se enfocó en las oportunidades de financiamiento para infraestructura de recarga y cómo hacerla más inteligente para hacerla viable. 

También tocamos unos temas que a mí me parece que necesitamos hablar más, que es las aseguradoras: cómo les está yendo con los vehículos eléctricos, cómo ven al sector y qué podemos hacer para colaborar más”, dijo. 

En entrevista para TyT destacó que el evento logró convocar a actores relevantes del sector financiero y movilidad eléctrica, así como autoridades federales, para generar diálogos importantes y necesarios sobre dónde están las barreras de financiamiento y modelo de negocio. 

Acelerar esta electrificación no es un tema menor. De acuerdo con Eduardo Piquero, Director de MéxiCO2, plataforma aliada en la realización del México EV Day 2025, la mayor parte de las emisiones de gas de efecto invernadero del país proviene del transporte: “Aproximadamente el 25% del total de las emisiones que México produjo durante el año 2022, que son los últimos datos que tenemos firmes, provienen del sector de la movilidad en México (…) y dentro de este 25 por ciento, más o menos la mitad proviene de los coches que utilizamos todos los días”.

En este sentido, dijo, hay una ardua labor por delante, la cual, sin el sector financiero y las herramientas financieras adecuadas para respaldar proyectos, sería imposible hacerlo.

De ahí la relevancia de generar más soluciones de financiamiento, visibilizar las que existen y optimizarlas para acelerar la electromovilidad en México. 

Diana Ávalos.

El andamiaje de incentivos y políticas públicas

Siendo éste uno de los puntos centrales del evento, el primer panel estuvo conformado por representantes de la banca comercial y de desarrollo, quienes hablaron sobre la oferta de soluciones que actualmente existe en materia de electromovilidad y compartieron ideas sobre cómo innovarlos.

Así, Siddharta Flores, Subdirector de Proyectos Financiados por Organismos Financieros Internacionales (OFIS) de Nacional Financiera (NAFIN) compartió que para lograr una electrificación masiva se requiere tener incentivos fiscales y estatales, los cuales ya existen, pero debe haber un incentivo financiero para que transportistas y usuarios puedan acceder a este tipo de tecnologías. 

“Considero que es importante seguir acercando créditos concesionales, créditos verdes (…) ofrecer condiciones preferenciales para las empresas y quien se atreva a hacer este cambio pueda tener ciertos beneficios de costo y, por supuesto, el tema de plazo que sabemos que es importante y cambia a cómo financiamos frente a un vehículo diésel”, dijo. 

Asimismo, reconoció que la banca de desarrollo e incluso la comercial ya tienen cierta experiencia en el financiamiento para transporte público, pero aún hace falta generar productos innovadores como arrendamiento, esquemas de garantía para autos eléctricos o soluciones que consideren la vida útil de las baterías. 

Desde la trinchera de la banca comercial Mariuz Calvet, Chief Sustainability Officer de Santander, dijo que si bien este sector tiene muy claro los objetivos de sustentabilidad, es necesario que el capital que manejan se mueva hacia las iniciativas de sus clientes en materia. 

Y es que apenas el 1% de la huella de carbono de los bancos está en sus propias instalaciones (edificios y sucursales), mientras que el 99% “está en nuestro portafolio: a quién le prestamos, para qué le prestamos y qué están haciendo nuestros clientes con el dinero que le prestamos”. 

Por ello, la banca comercial debe tener como prioridad en su estrategia de descarbonización ofrecer productos financieros que realmente abonen a la reducción de emisiones, especialmente en el transporte que, como ya se mencionó, es un sector que aporta gran parte de éstas.

La también Presidenta de la Comisión de Sostenibilidad de la Asociación de Bancos de México recomendó a las empresas de banca comercial medir la huella de su portafolio, establecer sistemas de riesgos para establecer a qué sectores prestar para cada actividad y, así, generar los productos financieros con metas claras.

Recalcó la necesidad de tener métricas y KPIs que validen los avances de los incentivos otorgados a sus clientes y con ello, incluso, dar tasas preferenciales. 

En representación de las autoridades en este panel, Andrea Hurtado, Directora General de Política para la Acción Climática de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), comentó que para cumplir los objetivos 2030 del 35% de reducciones de emisiones, se estima que se requieren sacar de la economía mexicana 225 millones de toneladas de CO2e.

“Entonces, absolutamente todo suma. El sector transporte es crucial y necesitamos que se multipliquen los proyectos de descarbonización de transporte y a su vez, que los instrumentos financieros y acompañamiento de la banca tanto comercial como de desarrollo estén a la altura de ese gran salto que debemos dar”. 

Siddharta Flores, Andrea Hurtado y Mariuz Calvet en el panel «Inversión, Incentivos y Facilitadores de la Movilidad Eléctrica», moderado por Yolanda Villegas.

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La experiencia de las flotas

Si bien hay aún obstáculos para avanzar hacia la movilidad eléctrica, hay empresas que ya tienen años trabajando en ello y han pasado de las fases piloto a la plena implementación

En el panel “Flotillas Eléctricas, oportunidad, retorno e impacto”, Julio Hernández, Director Comercial de Deléctrico, recordó que esta empresa comenzó este camino de electrificación en 2021, tiempo en el que se ha percatado que la infraestructura de recarga sigue siendo un desafío.

Esta empresa de Grupo Marva, que se ha enfocado en el segmento de carga, trabajó para ofrecer soluciones que solventen esta necesidad, con la colocación de siete puntos de carga masiva en diferentes partes de la República, con miras de electrificar la 57 en este 2025.  

Para lograr estos hitos, han creado alianzas desde la óptica del generador de carga, pues se tiene que hacer una reingeniería de su logística para alcanzar los costos por kilómetros ideales. 

Por su parte, Juan Carlos Abascal, Director de Movilidad LATAM para Mobility ADO, compartió que esta tiene dos proyectos de electrificación que son una realidad: la Línea 4 del Metrobús de la Ciudad de México y el Ietram de Mérida. En ambos, dijo, fue clave tomar la decisión en el momento adecuado, pues no hacerlo puede retrasar este tipo de proyectos hasta en 10 años.

Otro punto importante fue realizar pruebas piloto, no sólo de las unidades en sí, sino de los esquemas de arrendamiento y financiamiento para adquirirlas. 

Asimismo, dijo que en este tipo de proyectos se deben alinear los tiempos de concesión en el transporte público con el financiamiento, asimismo se debe separar la infraestructura de recarga, pues si los patios son propiedad de autoridades, deben tener tiempos diferentes. 

En este sentido recalcó que, si las autoridades no están dispuestas a “poner dinero” para proyectos de electrificación, especialmente en la parte de infraestructura de recarga, estos estarán detenidos. 

En su oportunidad, Felipe Gallego, experto en electromovilidad, dijo que, para alcanzar los beneficios económicos de esta transición, en flotas eléctricas en la última milla, se requiere contar con vehículos adecuados, con baterías más pequeñas y menor autonomía: “Pero ese es un tema de que el mercado debe tener la oferta específica”.

El también CCO de Megaflux comentó que justamente han trabajado en explicar a las empresas cómo ajustar los productos a su operación. 

Agregó que, en la última milla, dependiendo de los trayectos diarios, el retorno de inversión de transitar hacia la electromovilidad está entre siete y 10 años.

Respecto a los retos que las flotas enfrentan, Francisco Barnés Regueiro, Director Ejecutivo de WRI México, comentó que actualmente el costo total de un vehículo eléctrico ligero cada vez es más atractivo: “Incluso ya es más interesante que tener uno de combustión interna”. 

Sin embargo, reconoció que, en el caso del transporte pesado, es un poco más complicada la ecuación, pues los costos de capital, aproximadamente, son dos veces lo que uno de combustión interna, además de temas de infraestructura de recarga, financiamiento, entre otros. 

Otro reto es la fragmentación del transporte de carga y pasaje urbano en hombres-camión, lo que, a su vez, es una brecha para el acceso a financiamiento. 

En este panel, Javier Bernal, Head Trader de Grupo Financiero Monex, dijo que ya llevan más de 10 años trabajando en proyectos de sustentabilidad, sin embargo, en los próximos 10 están centrados en impulsar la infraestructura: “Creo que, para la parte de electromovilidad, hay las condiciones para que le demos escala al financiamiento”.

Y si bien hay productos bancarios, también destacó la relevancia de ofrecer soluciones para los diferentes tamaños de proyectos, como la bursatilización y el uso de bonos verdes para financiar la renovación de grandes flotas.

Como conclusión de este panel, los expertos coincidieron en que una de las principales barreras en los proyectos de electrificación está en la voluntad de las empresas en migrar a vehículos más limpios. 

Participantes del panel «Flotillas Eléctricas, Oportunidad, Retorno e Impacto», moderado por Andrea Cárdenas.

¿Y la infraestructura de recarga?

Siendo parte fundamental en los proyectos de electromovilidad, la AMIVE destinó un panel específicamente para su diseño Inteligente, la inversión y financiamiento que requiere. 

Como contexto, Selene González, moderadora de éste, dio a conocer que en el país hay 47,000 puntos de recarga, de los cuales sólo 8% son públicos y, el resto, están en casas o patios de empresas. Asimismo, alertó que es una distribución desigual, pues se concentran en las grandes ciudades del país. 

Daniela Flores, Directora General de Latnovva, dijo que la instalación de la infraestructura de recarga requiere una planeación basada en datos, donde las empresas entiendan cuáles son sus verdaderas necesidades.

“Hay que aprender a usar el vehículo eléctrico y la infraestructura de carga, aprender a entenderla basados en datos: cuánta energía realmente necesito, ¿necesito 300 kW, 20,000 cargadores, cargar sólo en la noche?”, cuestionó.

La representante de una empresa de ingeniería de soluciones relacionadas con las energías renovables, refirió que las flotas deben permitir que los proveedores de estas soluciones conozcan su operación para justamente encontrar qué es lo que requieren en materia de infraestructura de recarga.

Por su parte, Silvia Rojas, Directora Ejecutiva de la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (ASOMOVE), compartió que en el país centroamericano se han centrado en desarrollar políticas públicas para impulsar la electromovilidad.

Además de ofrecer sólo incentivos fiscales a unidades cero emisiones, tienen claro que la infraestructura de recarga no es simplemente tener un cargador, sino que es un modelo de negocio que atiende a personas y no a vehículos.

“En Costa Rica ya los centros de carga están evolucionando de ser un simple cargador a un lugar donde encuentran seis o siete cargadores, una cafetería, sanitarios, y las personas pueden comprar algo de comer mientras su carro se carga”, detalló. 

Con este enfoque, han incentivado nuevos modelos de negocio alrededor de la recarga y el país logró que los vehículos eléctricos representaran el 16% del total de unidades vendidas en 2024, cifra que el mes pasado llegó al 20 por ciento.  

Eugenio Grandio, Presidente de Electro Movilidad Asociación (EMA), opinó que, al momento de planear un proyecto de electrificación, las flotas y los usuarios no deben preocuparse si existe la capacidad, pues esa es tarea de CFE.

Con esto, dijo, la empresa del estado no debería de ver esto como una “avalancha que lo aplasta”, sino como una gran oportunidad de negocio para ofrecer más contratos y kilowatts vendidos, por lo tanto más ingresos para robustecer la red.

“Hay un estudio en Estados Unidos, que decía que, inclusive, con la electromovilidad se podría aprovechar para mejorar la red, que podría traducirse en costos más bajos para los usuarios y un tema de incorporar energía renovable para ir alimentando esto”.

Con esta mentalidad, se logrará democratizar el acceso de la infraestructura de recarga en el país, donde la movilidad eléctrica llegue a más ciudades. 

En materia de financiamiento, Diego González, Director Comercial de Beyond Energy, reconoció que hay una necesidad de tener productos innovadores y especializados en la infraestructura de recarga. 

Comentó que esta empresa ha optado por créditos puente, utilizados en el sector inmobiliario y construcción, que pueden ser adaptados a este eslabón de un proyecto de electromovilidad. 

Precisó que algunos bancos están ofreciendo la infraestructura como un accesorio del vehículo, lo cual resulta un error, pues no tienen el mismo riesgo y, por lo tanto, no pueden tener la misma tasa: “(Se necesita) especializar el crédito de tal forma que las garantías y los flujos estén claros”, urgió el especialista. 

Selene González moderó el panel «Diseño Inteligente, Inversión y Financiamiento para Infra. de Recarga».

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Las aseguradoras dicen

Como uno de los temas que la AMIVE sumó al México EV Day 2025, este evento abrió espacio a Quálitas y Grupo Interesse, una aseguradora y un broker para dar a conocer en qué trabaja este sector para respaldar e impulsar a la electromovilidad.

Así, Víctor Manuel Castillero, Director de Suscripción y Tarifas en Quálitas, informó que, con la llegada de los vehículos eléctricos, las empresas de este ramo se dieron cuenta de que sus contratos y pólizas no estaban adaptadas a ellos, contemplando componentes clave como las baterías.

“La responsabilidad civil se vuelve también un problema interesante, porque cuando estamos hablando de recargar un vehículo eléctrico, siempre está la probabilidad de que algo ocurra en ese proceso”, destacó entre otras adaptaciones que han tenido sus pólizas. 

Entre los beneficios que han encontrado en asegurar este tipo de unidades, destacó que están equipados con sensores y tecnologías que no sólo los hacen más seguros, sino que también generan información que puede ser utilizada para calificarlos con mayor precisión y, por lo tanto, su seguro sea más barato

Asimismo, dio a conocer que 10 de cada 100 vehículos eléctricos sufren un accidente, cifra que en los de combustión es una relación 20-100, la razón de ello es que los eléctricos tienen esta tecnología que los hacen más seguros. 

Presente en este panel, Juan Carlos Alonso, Socio Director de Autos en Grupo Interesse, dijo que las empresas aseguradoras han sabido adaptarse al mercado; de hecho, esta compañía ya ha diseñado soluciones para vehículos verdes, dado el crecimiento de la flota. 

Como brokers, comentó, tienen la responsabilidad de vincular e informar a clientes y aseguradoras sobre las necesidades del mercado y las soluciones que se están diseñando para solventar éstas.

Entre los retos que existen, coincidieron en el ingreso de nuevas marcas en el país que no siempre tienen una red de distribuidores que respalden las reparaciones, así como la capacitación a talleres de reparación y clientes sobre las características de estas nuevas tecnologías. 

Víctor Manuel Castillero y Juan Carlos Alonso en el panel moderado por Alba Aguilar.

Viendo hacia el futuro

Diana Ávalos señaló que este evento dejó ver que ya hay una alineación importante entre banca de desarrollo y comercial, el sector de desarrollo de electromovilidad y el Gobierno federal, “es decir, estamos listos para avanzar a pasos acelerados en movilidad eléctrica en el país, no necesitamos esperar más”

Agregó que también se hizo visible el expertise que ya hay en materia en México, sólo hace falta seguir reuniéndolos en espacios como el México EV Day 2025 para que los proyectos cada vez estén mejor diseñados y consideren más aristas. 

Ávalos no descartó la idea de que el próximo año se realice una tercera edición de este evento, al que invita a participar a más bancos que ofrezcan soluciones de finanzas sostenibles, así como difundir casos de éxito de electromovilidad y finanzas.

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