La industria automotriz plantea que la jornada laboral de 40 horas, una demanda de trabajadores que la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo adoptó desde su campaña, se implemente después de la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y que se permita una gradualidad de cinco años.
“Nosotros planteamos que esta medida se aplique hasta después del T-MEC porque con la coyuntura que tenemos ahorita, y sin tener claro cómo va a quedar esa revisión del tratado, que también tiene un componente laboral, es difícil para las empresas hacer planeaciones”, destacó Odracir Barquera, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Durante la presentación de resultados del sexto semestre del sector automotriz, Barquera detalló que la semana de 40 horas debe ser conforme a las “posibilidades de la industria manufacturera”.
“No se puede generar una fórmula que aplique a todos los sectores”, dijo al señalar que esta propuesta fue presentada en los foros realizados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) del 2 al 7 de julio.
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Una jornada a la medida de la industria
El sector automotriz mexicano, que en 2024 empleó a 1 millón 300 mil trabajadores y generó más de 100,000 millones de dólares en valor de producción, prevé que la jornada de las 40 horas semanales se alcance en un plazo de cinco años.
“Buscamos incorporar esquemas diferenciados y flexibles por sector que permitan una gradualidad de cinco años en la reducción de la jornada”, explicó Gabriel Padilla, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), al agregar que se deben incluir medidas compensatorias.
La INA planeta cinco puntos a considerar previo a la implementación de la nueva jornada semanal:
- Alineación con el T-MEC, especialmente con el capítulo 23 sobre derechos laborales.
- Iniciar este esquema considerando el contexto actual de desaceleración económica y riesgo de una recesión.
- Incorporar esquemas diferenciados y flexibles por sector y tamaño.
- Incluir medidas compensatorias productivas y tecnológicas.
- Realizar un análisis técnico de horas efectivas reales por operación y uso de horas extras y modalidades de turnos laborales.
Sobre el tema de las horas extras, la AMIA coincidió en que debe plantearse un tratamiento diferente al establecido en la Ley Federal del Trabajo, que actualmente permite tres horas por día hasta tres días a la semana.
“Nosotros planteamos que fuera un número mayor de horas, por lo menos 15 a la semana, con flexibilidad de uso para acomodar las necesidades de producción”, precisó Odracir Barquera, de la AMIA.
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La industria también solicitó al Gobierno federal que esta jornada laboral incluya incentivos.
“Planteamos que esta medida vaya acompañada de mayores deducciones de las prestaciones sociales que se pagan a los empleados para amortiguar el impacto que se tendría”, refirió Barquera sobre otra de las propuestas del sector.
La fracción IV del artículo 123 constitucional dice que «por cada seis días de trabajo deberá disfrutar el operario de un día de descanso, cuando menos», pero el Gobierno federal busca reducir la jornada de 48 a 40 horas semanales con dos días de descanso.
La Secretaría del Trabajo resalta que la semana laboral de 40 horas ofrece beneficios que han sido comprobados internacionalmente, como menor fatiga, menos errores, menos enfermedades y más bienestar.
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