Sin ser una empresa de logística, COMEX considera la distribución de sus productos como una de las áreas medulares para su crecimiento, por eso todos sus procesos son evaluados y están en mejora constante para cumplir de manera eficiente con las entregas a sus clientes.
Se estima que el mercado de pinturas y vinilicos en México alcanzará un valor superior a los 44 mil 300 millones de pesos para el año 2020, lo que representa un crecimiento de 30% del valor alcanzado al cierre del año 2016, y la logística juega un papel primordial para esa evolución.
Una de las compañías que más ha empujado ese incremento es COMEX-PPG, que con ocho centros de distribución y un plan de expansión en el país, apuesta por gestionar de manera inteligente la operación de sus centros de distribución y su reparto de mercancías.
Durante la reunión de julio de Soy Logístico Asociación, Miguel Rubio, director de distribución informó que su red de 4,400 sucursales en el país posicionan a COMEX-PPG como el tercer retailer en México, solo detrás de Oxxo y Farmacias del Ahorro.
Este modelo de venta al detalle, ha ocasionado que la logística de sus Centros de Distribución tengan una alta rotación de producto, con el objetivo de ofrecer en menos tiempo y en forma los productos en anaqueles o en manos del consumidor.
Esto requiere de una mayor visibilidad e interconexión de todos los eslabones de la cadena logística, a través de sistemas tecnológicos que en todo momento proporcionen información sobre la existencia de productos en los racks para agilizar el transporte de mercancías.
Para lograr lo anterior, la compañía evalúa y analiza constantemente las operaciones de sus Centros de Distribución, con la finalidad de alinear cada vez más sus procesos y compartir información con proveedores de servicios logísticos y de transporte.
Estos son los indicadores que han llevado a COMEX al éxito:
A) Ventas: la ganancia neta, debe estar relacionada con los litros producidos, así como las cajas y piezas por kilogramo vendido.
B) Nivel de servicio (fill rate): dependiendo de la modalidad de entrega, la empresa debe medir su eficiencia en piezas, líneas (SKUS) ganancias, y por pedidos.
C) Tiempos de respuesta: cuando un cliente manda sus pedidos en línea, inmediatamente se le notifica sobre la existencia del producto, se consolida su pedido y en menos de 24 horas lo recibe en su sucursal.
D) Eficiencia de surtido: Todos los procesos son registrados por los colaboradores en Centro de Distribución, quienes operan bajo un esquema de estímulos por logros obtenidos.
E) Eficiencia de inventario: la empresa debe registrar errores de surtido, de inventario o problemas de entrega. Así como mermas, robo hormiga o productos caducos, y darles la atención pertinente.
De acuerdo con el directivo, el valor de la distribución de la empresa puede obtenerse a través de la fórmula B x C x D x E, y partir de ahí aplicar las mejoras.
Autotransporte, el eslabón ejecutor
A pesar de que COMEX cuenta con la capacidad de surtir pedidos industriales, su mayor negocio se centra en el mercado doméstico y para ello cuenta con ocho puntos de distribución.
Tan solo el CeDis de Tultitlán recibe diariamente 1.3 millones de litros de las plantas de producción para abastecer más de 1,200 pedidos. Para ello, más de 100 unidades de transporte se encargan de distribuir las 37,000 piezas que demanda la Zona Metropolitana del Valle de México.
A pesar de que COMEX no cuenta con una flota propia, su capacidad logística es sólida ya que se centra en la capacitación a sus socios transportistas y en el pago a tiempo.
«Actualmente tenemos dos grandes modelos de distribución: en uno, echamos mano de empresas de transporte y por ese canal entregamos pedidos a nuestros clientes. El segundo, funciona bajo un esquema de «Pase a Recoger», donde se le asigna al cliente un horario específico para que recoja su pedido en el Centro de Distribución, pero el transporte de la mercancía corre por su cuenta. En el primer modelo entendemos la importancia de pagar los servicios que utilizamos y de capacitar a nuestros proveedores. Por ello, pagamos lo más pronto posible, en tiempo y forma y les explicamos nuestras necesidades con un enfoque en la calidad en el servicio.
Bajo el segundo esquema, los clientes también se sienten satisfechos, pues no invierten demasiado tiempo en venir por sus mercancías, pues todo está programado y además siempre entregamos lo que nos piden», concluyó.