Con las Zonas Económicas Especiales (ZEE) en Campeche y Tabasco, Enrique Peña concretó la creación de las siete ZEE, lo que supone un cambio de paradigma para los próximos años.

“Este es un modelo de desarrollo económico que se ha llevado a cabo en otras partes del mundo, y por primera vez en nuestra historia, decidimos adoptarlas para nuestro país”, afirmó.

En este marco, anunció que la Banca de Desarrollo está lista para que, a través de la Ventanilla Única que se ha establecido, se tenga una bolsa de apoyo, un paquete de financiamiento a todo el sector privado y a todas las empresas que decidan invertir en estas siete Zonas Económicas Especiales, de 50,000 millones de pesos, para apoyar la actividad productiva.

Explicó que estas siete Zonas Económicas Especiales fueron diseñadas para impulsar la actividad económica y un cambio estructural en la región sur-sureste de la geografía nacional.

“No las puede tener toda entidad Federativa, están diseñadas para donde más se necesitan, y para impulsar la actividad productiva, la vocación natural que tienen muchas de estas zonas, y que tienen potencial.

“No solamente es llegar a un lugar rezagado socialmente, sino llegar a lugares que tienen potencial de crecimiento y de atraer inversión productiva, distinta y diferente de la que tradicionalmente ha tenido en ese lugar”, enfatizó.

Dijo que no sólo había que llevar apoyos directos a la población de mayor rezago social, a la más vulnerable, sino que se trataba de impulsar las actividades y la vocación económica de estos estados para que realmente se generara más empleo y más inversión productiva.

Indicó que los incentivos fiscales para las ZEE son ambiciosos, pues prácticamente condonan el impuesto sobre la renta de los siguientes 10 años a las empresas que ahí se instalen.

“Es, quizá, el mayor componente que tiene este paquete de incentivos: la parte fiscal, la que garantizará que lleguen empresas e inversiones que, de otra manera, difícilmente llegarían a estas entidades federativas”.