Desde su fábrica de Curitiba, en el estado de Paraná, Brasil, donde se fabrican chasises de camiones y autobuses, Volvo Group celebró las 500,000 unidades producidas en el país sudamericano.
Esta factoría, integrada en el sistema industrial global de la marca, comenzó a operar en 1979, cuando se ensambló el primer vehículo Volvo del país: un chasis de autobús B58. Un año después, comenzó la producción de camiones con el ensamblaje del modelo N10.
Hoy, esta sede se considera una de las más modernas de Volvo en el mundo, con avanzados procesos de la Industria 4.0, así como sistemas de gestión y calidad, siendo pionera en la adopción del concepto de manufactura esbelta dentro de la compañía.
Es también desde esta factoría que se fabrican los camiones Volvo que conforman la nueva era de la marca en México, que reanudó la comercialización de unidades nuevas este 2025; ahora, con vehículos cabover.
“La planta de Curitiba es la única de la marca que reúne, en un mismo lugar, la producción de motores, transmisiones, cabinas y las líneas de ensamblaje final de los vehículos. Esto aporta agilidad a los procesos, beneficiando a los cliente”, afirmó Egon Clausen, Vicepresidente de Operaciones Industriales de Volvo en Brasil.
Además del área de producción, el complejo de Volvo en Curitiba también abarca toda la gestión del negocio de la marca en Latinoamérica, incluyendo las áreas comerciales de camiones, autobuses, equipos de construcción y motores, servicios financieros, ingeniería, investigación y desarrollo, campos de pruebas, entre otros.

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Hitos de Volvo en Brasil
En más de cuatro décadas, la fábrica de Curitiba ha sido responsable de numerosas innovaciones, tanto en productos como en procesos.
La planta tuvo el primer chasis de autobús articulado producido en masa del mundo (1992); los primeros camiones con motores electrónicos fabricados en Brasil (1996); los camiones semipesados Volvo VM (2003), que marcaron la entrada de la marca en un nuevo segmento de mercado; y los primeros vehículos autónomos de ese país (2017).
La innovación más reciente es la producción de la línea 2026 de camiones Volvo FH, que presenta mejoras en Inteligencia Artificial, seguridad y productividad.
En autobuses, destaca el reciente inicio de la producción del chasis Volvo BZRT, un vehículo articulado o biarticulado 100% eléctrico.
La fábrica de Volvo en Curitiba también es conocida por sus buenas prácticas sostenibles. Toda la energía consumida proviene de fuentes 100% renovables. La iniciativa “Vertedero Cero” se estableció en 2008, garantizando que todos los residuos se eliminen de forma circular.
Debido a más iniciativas, como la adopción de camiones eléctricos como parte del flujo logístico de repuestos y la introducción del diésel verde R5 para el repostaje inicial de vehículos, en los últimos años, se ha logrado una reducción del 30% en las emisiones por vehículo producido en Curitiba.
Respecto al entorno laboral, actualmente opera en dos turnos con 4,200 empleados directos.
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