Aunque Autolíneas Mexicanas (Almex) fue fundada el 26 de abril de 1951, su historia se remonta algunos años atrás, cuando su fundador, Gustavo González Garza se dedicaba más bien al comercio, sobre todo con productos como cemento, ladrillos, loseta o piloncillo y café.
Todo esto sucedía en Monterrey y los camiones de carga eran más bien para trasladar todos estos productos que vendían principalmente en la región de Valles.
De hecho, en 1942 constituyó Transportes González, el primer nombre de la empresa, que por aquella época tenía 10 permisos de ruta y 10 unidades, para hacer viajes, sobre todo entre Laredo y México.
Así fue la primera operación de la empresa, hasta que, ahora sí, en 1051, nació formalmente Almex, ya que la empresa anterior tenía otros socios y lo mejor fue seguir cada quien su propio camino.
Una particularidad de la empresa anterior es que utilizaban la bandera mexicana en su logotipo, ya que la Secretaría de la Defensa Nacional les había dado un permiso especial, lo que sin duda no tenía precedentes en esa época.
En esa transición, don Gustavo compró la razón social y los permisos, aunque no los camiones, así que tuvo que empezar de nuevo, ahora ya con el nuevo nombre, Almex, y los nuevos sueños.
La empresa tenía oficinas en Monterrey, Nuevo Laredo, Valles y en el entonces Distrito Federal. Para 1954, cuando se inauguró la carretera central, la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (hoy SICT) otorgó autorizaciones para transitar por esta vía con los permisos de ruta que ya tenían.
De tal manera que hubo extensión de rutas y desarrollo de mercado y así abrieron oficinas en San Luis, se diversificaron a la paquetería y mensajería, y empezaron a abrir cualquier cantidad de sucursales en todo el país.
Desde su fundación, a don Gustavo le gustaba estar muy cerca de la operación, sobre todo en el taller, pues procuraba que la flota estuviera siempre en óptimas condiciones. Y su dirección llegó hasta 1983, cuando cede la estafeta a su hijo Gustavo González.
Ya en el año 1989, con la llegada de la desregulación del transporte, Almex vivió un periodo de transición, pero no un cambio de fondo, ya que era prácticamente lo que habían hecho desde hacía mucho.
Se desreguló el sector, pero las empresas que en teoría nacieron de aquí ya existían y operaban mediante amparos. Además de Gustavo, también se incorporaron los hijos del fundador Rosalinda y Rodolfo, quienes atendieron el creciente negocio familiar de forma regional, concentrados principalmente en el centro y en el norte del país.
Uno de los principales diferenciadores de Almex es que se trata de una empresa pionera en la distribución urbana, lo que desde siempre le ha permitido disminuir los altos costos de bodegas propias del cliente, así como su mantenimiento.
Su expertise también evita la adquisición y mantenimiento de equipo de transporte, costos de almacenamiento y distribución en las ciudades donde el usuario opera.
Desde hace más de 20 años, el servicio exprés le ha hecho ganar gran terreno, ya que el cliente no tiene que esperar a que el vehículo viaje lleno.
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Con la llegada del nuevo milenio también vino la incorporación de la tercera generación a las filas de Almex, que si bien es una empresa familiar, también ha sabido delimitar los roles y responsabilidades de cada miembro, a fin de establecer una estructura profesional que les permita continuar en la ruta del crecimiento.
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