En medio de la tempestad agudizada por la pandemia del SARS-CoV-2 fue presentado, sin sorpresas, el Paquete Económico 2021. El Gobierno federal reiteró que mantendrá disciplina fiscal, así como su política económica de apoyos sociales y proyectos insignia.

El plan está cargado de optimismo, y ello incrementa el riesgo de que la administración haga recortes adicionales del gasto en perjuicio del desempeño de la economía. 

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Pese a los fuertes vientos en contra de una economía afectada por los paros forzados de las unidades económicas para contener la propagación de la pandemia, que aún no termina de ceder, la administración del Presidente Andrés Manuel López Obrador presentó: “Un Paquete Económico diseñado para una época de estabilidad, no para una fase de crisis”, según sostuvo Ángel García-Lascurain Valero, Presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF). 

En los Criterios Generales de Política Económica, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) planteó un panorama optimista, con una caída estimada de 8% para el Producto Interno Bruto (PIB) de este 2020, frente a un consenso que prevé una contracción de 9.9 por ciento. Para 2021 estima una recuperación acelerada, de 4.6 por ciento, mientras que analistas concuerdan en que el rebote será de 2.95 por ciento. 

Al respecto, HR Ratings consideró que las estimaciones de crecimiento presentan un elevado riesgo a la baja, ya que parten de la idea de que la recuperación mantendrá un ritmo similar al mostrado en los primeros meses de la reapertura, y que el daño ocasionado por los confinamientos en la actividad económica se disipará pronto. 

En cuanto a la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para 2021, el Gobierno proyecta ingresos por 5.53 billones de pesos, cifra 0.5% menor que la estimación actualizada de 2020; sin embargo, al compararla con los aprobados para el año en curso, la reducción es de 3% en términos reales.

Por un lado, se prevé que los ingresos petroleros aumenten en 13% con respecto a lo esperado para el cierre de 2020, como resultado tanto de precios más altos en el sector energético como de una mayor producción. 

Por otro lado, los ingresos no petroleros caerían 2.9% al descontar la inflación. Esta baja se debe a que, en el próximo año, no se contará con los recursos de fondos y fideicomisos utilizados en 2020 y cuantificados en los ingresos no tributarios.

Este retroceso se dará a pesar del incremento de 5.7% real a 3.53 billones de pesos en la recaudación tributaria esperada por la administración de Andrés Manuel López Obrador.

Este aumento, expuso la SHCP, se deberá a la reducción de la evasión de los contribuyentes, así como al restablecimiento previsto para la economía del país en 2021.

Al respecto, HR Ratings calificó como “agresiva” la estimación de recaudación tributaria para 2021, pues sería superior a los 3.50 billones aprobados en el Paquete 2020, el cual no tenía un escenario de crisis económica por efectos del nuevo Coronavirus.

“De 2022 en adelante, los ingresos tributarios crecerían en promedio 6.4% nominal anual para incrementarse como porcentaje del Producto Interno Bruto, hasta alcanzar 14.4% del PIB en 2026. No queda claro cómo se mantendría este nivel de ingresos tributarios sin una reforma fiscal”, expuso la calificadora en su análisis del Paquete Económico 2021. 

Mayor control del gasto en el Paquete Económico 2021

El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF), uno de los integrantes del Paquete Económico 2021, sí muestra cambios en su estructura, quizá no en los grandes rubros, pero sí en su interior.

Las modificaciones favorecen a los programas de bienestar y de infraestructura emblemáticos para la actual administración, comentó Sunny Villa, Directora de Gasto del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP). 

El presupuesto programable propuesto es de cuatro billones 618,000 millones de pesos, cantidad superior en 1.3% a lo aprobado para 2020 en términos reales.

Sin embargo, al considerar las modificaciones que se realizaron durante 2020 para atender la crisis por el COVID-19, el incremento se reduce a únicamente 0.3 por ciento, de acuerdo con los datos de la Secretaría de Hacienda. Este rubro representa 73.4% del gasto neto total. 

El porcentaje restante corresponde al gasto no programable propuesto para 2021 de un billón 677,000 millones de pesos, cifra inferior en 4.6% a lo aprobado en el Presupuesto de 2020 y menor en 5.5% respecto a lo estimado para el cierre de este año, ambos descontando la inflación. 

Sunny Villa detalló que el Gobierno federal tiene un espacio fiscal de 2% del PIB o 511,545 millones de pesos para atender la emergencia sanitaria y económica del país en 2021. Esto, después de descontar sus compromisos por el pago de pensiones, servicio de deuda, participaciones y aportaciones federativas, y los gastos correspondientes a Pemex, CFE, IMSS e ISSSTE del total de los ingresos tributarios y no tributarios. 

En línea con el Presupuesto de Egresos de 2020, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador centra el gasto en los programas sociales de becas a estudiantes, pensiones a adultos mayores, así como en las obras de infraestructura prioritarias en su mandato: el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el proyecto aeroportuario de Santa Lucía.  

Los principales ejecutores del gasto, para los ramos administrativos, son las secretarías de Educación (SEP), Bienestar, Salud (SSA) y Defensa Nacional (Sedena); que presentan incrementos reales respecto a lo aprobado en 2020 de 0.2, 1.2, 9.1 y 15.7 por ciento, respectivamente. 

Dentro del PPEF, la Cuarta Transformación destinará 829,386 millones de pesos a gasto público de inversión, una cifra superior en 5.3% a lo aprobado en 2020.

El gasto en este rubro está impulsado por los recursos dirigidos al desarrollo de la refinería de Dos Bocas con 45,050 millones de pesos; el Tren Maya, con 36,288 millones de pesos; y el Sistema Aeroportuario Metropolitano, con 21,815 millones de pesos para 2021. 

José Luis de la Cruz, Director General del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), advirtió que en el caso del gasto programable, el mayor incremento se da en las pensiones, rubro al que se destinará uno de cada cinco pesos del Presupuesto de Egresos para 2021.

Añadió que en el gasto no programable, son los costos financieros y el pago de intereses los que absorben los recursos, aspectos que no constituyen un motor para que la economía crezca el 4.6% proyectado por Hacienda. 

Menos cuentas, más acciones 

La disciplina en las finanzas públicas llevaría a la administración actual a obtener un balance primario equilibrado, cercano a cero; y luego del notable repunte que tendrá la deuda pública como proporción del Producto Interno Bruto —estimado de 53.6% del PIB en 2020—, la SHCP plantea una reducción de 52.4% para 2021. 

Sobre la postura fiscal de la autoridad hacendaria, Scotiabank comentó que, a pesar de los esfuerzos e insistencia en mantener la disciplina, se está deteriorando, tanto por el aumento extraordinario que tuvo la deuda pública como proporción del PIB este año, como por la tendencia decreciente en el potencial de crecimiento a largo plazo del país. 


En tanto, César Salazar López, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, expuso que una vez más se hace patente la necesidad de crear una reforma fiscal, pues México es uno de los países de la OCDE con menos ingresos tributarios, y eso condiciona un gasto por debajo de sus necesidades, dado su nivel de población y desarrollo relativo. 

El experto en temas fiscales lamentó que el presupuesto no fuera diseñado para incentivar la actividad económica, y reconoció que la política social de dar apoyos y becas, adquiere mayor relevancia en épocas de crisis económica: “Es muy importante mantener a las familias a flote”, dijo. 

Sin embargo, añadió que existe una política complementaria: la de la inversión pública, que puede generar empleos no solo en términos de la construcción, sino en operatividad, y desatar desarrollo regional.

De hecho, reconoció que el análisis no debería ser a qué obras de infraestructura asignar recursos o no, sino destinar más capital al gasto público de inversión, porque el país así lo necesita. 

En línea con el investigador de la UNAM, De la Cruz Gallegos sostuvo que la discusión sobre Criterios Generales de Política Económica debe dejar de lado si la economía de México caerá 8% este año, y no 10% como lo estima el consenso.

El analista instó al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a crear puentes con la iniciativa privada para actuar de forma inmediata, dar confianza a la inversión de empresas e impulsar el consumo privado, importantes motores de la economía. 

Aun con estos estimados de 4.6 (PIB 2021) y -8% (PIB 2020), el crecimiento promedio que se prevé para el sexenio —considerando que la economía cayó 0.3% el año pasado— es de 0.7 por ciento, un crecimiento similar al que se obtuvo en el sexenio de Miguel de la Madrid, aquel que dio inicio a la Década Perdida, concluyó De la Cruz.