En esas instalaciones, el proveedor de tecnología y servicios fabricará sistemas de seguridad para frenos ABS y el programa electrónico de estabilidad para clientes locales. La nueva fábrica que se ubica en Chengdu cuenta con 127 metros cuadrados y es parte de una inversión de 100 millones de euros para ese lugar durante los próximos años, de los cuales 35 millones se destinaron a la primera fase de construcción.

La fábrica fortalecerá la presencia local de la empresa. «Los conductores chinos están dando cada vez más importancia en la seguridad vial. Al igual que en otras regiones, esto está provocando una mayor demanda de los sistemas de seguridad», dijo  Dirk Hoheisel, del consejo de administración de Bosch, en la ceremonia oficial de apertura.

«Nuestra nueva planta demuestra nuestra gran confianza en el mayor mercado automotriz del mundo. Y por la fabricación a nivel local, podemos responder mejor y más rápido a las necesidades de nuestros clientes».

La planta pertenece a la división de Chassis Systems Control, la cual fabrica y desarrolla componentes y sistemas para la seguridad activa y pasiva, así como los sistemas de asistencia al conductor. A nivel mundial,  esta área emplea a unas 16,000 asociados en más de 35 localidades.

En China, Bosch está presente desde 1909 y tiene 34,000 asociados que trabajan en tecnología automotriz, industrial, bienes de consumo y sectores como tecnología en energética y construcción.  Después de Alemania y Estados Unidos, china es el tercer más grande mercado para Bosch, ya que generó ventas por 5.1 billones de euros durante 2012.