La logística 4.0, que apuesta por la digitalización de todos los procesos productivos y tiene su origen en la cuarta revolución industrial, será una de las grandes tendencias en el sector este año.
En la última década, varias compañías han trabajado en el desarrollo y consolidación de su función logística, mediante la adopción de tecnologías avanzadas para modernizar y optimizar los servicios de transporte, almacenamiento y distribución. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas.
De acuerdo con Solistica, operador logístico con presencia en siete países de América Latina, las empresas logísticas mexicanas han ido adoptando lo más avanzado de las herramientas tecnológicas para homologar sus tareas con las de sus pares extranjeros, en busca de la optimización de servicios, confiabilidad y seguridad en los datos.
Sistemas de información especializados como Transportation Managent Systems (TMS), Global Positioning Systems (GPS) y Warehouse Management Systems (WMS), aportan datos que permiten medir resultados y tomar decisiones informadas y oportunas que favorecen la competitividad y rentabilidad de las empresas.
Pero aún falta avanzar en la automatización y robotización de almacenes, así como digitalizar la comunicación entre las empresas logísticas, clientes y productores.
Además, incorporar big data y data mining; inteligencia artificial en redes, sistemas y aparatos; internet de las cosas, impresión 3D y blockchain. Este último, un sistema de transmisión encriptada que permite comunicar datos de manera confidencial o privada, que el sector ha utilizado en contenedores.
La digitalización de la logística es una tendencia que ya está entre nosotros, y obviamente sigue creciendo”, destaca Luis Masse Torres, asesor de contenidos del Logistic Summit & Expo.
No obstante, advierte el especialista, el reto en México es que las grandes empresas –que son operadores logísticos multinacionales con una oferta omnicanal y muy enfocadas en la digitalización– sean compatibles con las pequeñas y medianas –que son muy tradicionales en sus procesos, con equipos menos actualizados y que tienen que recuperar el tiempo perdido–.
De esta manera, todos podrían otorgar los mismos servicios a productores y empresarios y, por el otro lado, a clientes y consumidores.
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El uso de plataformas logísticas robustas es imprescindible para facilitar las estrategias de operación. La adquisición de sistemas como Customer Relationship Management –tecnología para gestionar y analizar las interacciones con los clientes– permite dar servicio a usuarios y socios de negocio y, al mismo tiempo, obtener información para que puedan desarrollar sus estrategias logísticas.
Esta solución es considerada una de las tecnologías corporativas más importantes e innovadoras disponibles para empresas, gracias al modo en que utiliza la información de los clientes para gestionar cuentas, leads y oportunidades de ventas desde un único lugar.
De acuerdo con la consultora Daqua Strategic Intelligence, la integración tecnológica de procesos permite que todos los eslabones de la cadena de suministro colaboren eficientemente y brinda herramientas para la automatización de procesos, particularmente, en el eCommerce.
Conectar a los transportistas con la tecnología
A los transportistas —fundamentales en la operación logística—, quienes participan en el suministro de bienes y mercancías en todas las industrias, no les debería ser ajena la adopción de herramientas digitales para mejorar la eficiencia y tiempo de sus actividades.
Entre los obstáculos para la integración de las tecnologías están los presupuestos limitados, así como la resistencia al cambio por parte de las mismas Pymes. Para Ernesto Lagarda, especialista y académico de la Universidad de Sonora, el sector debe pasar por una fase de sensibilización sobre el uso de sistemas avanzados.
La tecnología permite a la organización ser más eficiente. Si hacemos un uso adecuado de ésta, habrá optimización y ahorros en los procesos logísticos a lo largo y ancho de toda la cadena de suministro”, manifiesta.
El también ganador del Premio Nacional de Logística 2019 en la Categoría Académico, explica que, aplicado en todos los procesos logísticos, el beneficio se extiende a conocer necesidades y preferencias de los clientes y generar información para la toma de mejores decisiones.
El uso de apps para la interacción en toda la cadena de suministro y los sistemas ERP conectados a la nube para las entregas y distribución de productos, así como la optimización de rutas y tiempos de entrega, serán esenciales para los servicios logísticos.
Después de la sensibilización, el siguiente paso es la capacitación de los operadores y personal logístico, en el que se puede tener el respaldo de universidades y de la propia organización.
“La tecnología puede ser muy buena, pero insuficiente si no trabajamos con los colaboradores para minimizar los riesgos”, destaca.
Para el especialista, el reto en el país se centra en la formación del recurso humano y en contar con personal preparado entre los operadores logísticos; además, que las empresas puedan desarrollar sus propias soluciones tecnológicas.