La debilitada industria de la construcción recibió sin defensas los efectos de la pandemia, y ahora está en un desigual proceso de recuperación, pues solo cuatro estados muestran números positivos.

 A nivel nacional, el valor de la producción generado por la construcción reportó una caída promedio de 25.1% anual entre enero y septiembre de 2020, de acuerdo con cifras absolutas del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). 

Leer: Walmart tendrá nuevo centro de distribución en BC

Al último dato disponible, solo Oaxaca, Tabasco, Nuevo León y Colima han superado el peor momento de crisis para la construcción— una de las cuatro principales actividades productivas demandantes del autotransporte de carga—.

Oaxaca es la entidad federativa donde el valor de la producción generado por la construcción presenta el mejor desempeño, con un crecimiento promedio anual de 10 por ciento, entre enero y septiembre pasado, según información de la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC).

Los proyectos de transporte y urbanización (caminos y carreteras) son el motor del crecimiento de la construcción en la entidad gobernada por Alejandro Murat, con un crecimiento exponencial en su valor generado de 271% promedio anual, entre enero y septiembre pasado. 

En tanto, la edificación avanzó a un ritmo promedio de 50.1% anual en los primeros nueve meses de 2020. 

A diferencia de lo que se podría pensar, por ser un estado ubicado en el sur-sureste del país, los gobiernos no son los responsable de la recuperación de la construcción en Oaxaca. 

El alza en el valor generado por esta actividad esencial es impulsado por la inversión de la iniciativa privada, la cual incrementó su participación en un promedio de 263.8% entre enero y septiembre de este año. 

Además, el impacto de la inversión privada duplica a la originada desde el sector público, de acuerdo con las cifras del Inegi, que ya descuentan los efectos de la inflación. 

Tabasco es el segundo estado donde la construcción ya se mostraba en color verde, hasta septiembre pasado, con una alza promedio anual de 6.01% en el valor de la producción generada por esta industria. 

Los proyectos energéticos del Gobierno federal son los que empujan esta actividad secundaria, ya que el valor de la producción de las obras referentes al petróleo y petroquímica incrementó un promedio de 141.3% anual a septiembre. 

A diferencia de Oaxaca, la inversión pública elevó su impacto en un promedio de 56.4% anual en Tabasco. De hecho, entre agosto y septiembre el valor de la producción donde el contratante fue el Gobierno creció 29% y 45.8% anual, respectivamente. 

Nuevo León también aparece en el reducido, pero optimista top de estados con números positivos para la construcción, la cuarta actividad productiva que más aporta al Producto Interno Bruto (PIB) del país. 

En esta entidad gobernada por Jaime Rodríguez Calderón, el valor de la producción generada incrementó un promedio de 5% anual, entre enero y septiembre. 

La edificación tiene un papel relevante en Nuevo León por el valor que genera, y su crecimiento promedio de 29.7% impulsa la recuperación de la construcción. 

Mientras que el valor generado por las obras de transporte y urbanización no se queda atrás por su importancia y expansión, de 36.1% anual, a septiembre pasado. 

En este estado norteño, el impacto de la inversión pública, realizada por los gobiernos, creció un promedio 20.4% en los primeros nueve meses de 2020, mientras que la privada lo hizo en 4.4 por ciento, de acuerdo con el Inegi. 

Sin embargo, el valor de la producción generado por la construcción está fuertemente cimentado por la intervención de las empresas privadas que operan en Nuevo León. Mientras que las obras de transporte y urbanización son el principal motor de la recuperación de la construcción 

Por último, está el avance de Colima, entidad donde el valor de la producción de la construcción incrementó 0.93% entre enero y septiembre de este año marcado por la presencia del COVID-19. 

En esta localidad, los proyectos de transporte y urbanización son el motor del crecimiento de la industria, pues su valor se elevó un promedio anual de 0.9 por ciento, a septiembre. 

Con la reactivación de la economía y la declaratoria de nuevas actividades esenciales —a partir de mayo— los gobiernos se fijaron metas de recuperación económica, cimentados en su mayoría por la construcción. 

Sin embargo, hay estados que hasta septiembre no lograban, al menos, superar socavón causado por la parálisis económica vivida entre abril y mayo, con la finalidad de contener la propagación de la pandemia en México. 

Así, el valor de la producción generado por la construcción se hundía con fuerza en Morelos, con un retroceso promedio de 66.6 por ciento; el Edomex, con 55.85 por ciento; y Puebla, con una contracción de 52.86 por ciento anual, entre enero y septiembre.

Hidalgo mostraba una caída de 39.56 por ciento; Michoacán, de 36.77 por ciento; y en Yucatán el valor de la producción generado por la construcción descendía un promedio de 36.28% en el lapso de referencia. 

También, con importantes contracciones están Tlaxcala, con un retroceso de 35.62% y Durango, con una caída promedio de 35.1% anual. 

A nivel nacional, la participación del sector público o los gobiernos en la generación de valor de la construcción descendió un promedio de 27% en los primeros nueve meses de 2020. 

Para el caso del sector privado, el retroceso promedio anual fue de 24 por ciento, en el lapso de referencia, de acuerdo con la Encuesta mensual publicada por Inegi.

Las obras de edificación y de transporte y urbanización son las que más aportan al valor generado por la construcción en el país, con particiones de 47.1% y 22.3 por ciento, respectivamente. 

Empresarios del autotransporte de carga han reconocido la importancia de la construcción en la demanda del servicio, por su alto impacto en la cadena de proveeduría y la participación de las unidades de carga en los procesos de producción.