La Ciudad de México trabaja en una propuesta para regular el transporte de materiales peligrosos, que involucra su velocidad, horarios y rutas de circulación, informó la jefa de Gobierno, Clara Brugada. La medida surge como consecuencia de la explosión de la pipa con gas LP en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, el pasado 10 de septiembre.
De manera institucional, como Gobierno de la Ciudad, estuvimos construyendo una propuesta que vamos a dar a conocer en estos días. Primero implica reformas al Reglamento de Tránsito, relacionadas con regular la velocidad, horarios y rutas; es decir, en qué avenidas podrán transportarse y la capacidad de los vehículos”, señaló.
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En conferencia de prensa del martes, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México añadió que se incluyen algunas medidas sobre “control vehicular y requisitos adicionales para emitir la licencia tipo E” en la conducción de transporte de materiales peligrosos, así como un plan de acción con protección civil aplicable en expendios, puntos de venta y el transporte de estas sustancias.
Clara Brugada consideró que el primer paso a seguir será definir y vigilar la velocidad de desplazamiento del transporte de materiales peligrosos –que generalmente se moviliza en pipas–, pues no está definido en el reglamento de la CDMX.
Previamente, la Jefa de Gobierno de la CDMX informó que la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil (SGIRPC) será la encargada de trabajar en un protocolo para este transporte.
Transporte de materiales peligrosas en el reglamento de la CDMX
El Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México incluye una serie de puntos aplicables para la circulación de vehículos de transporte de carga y sustancias tóxicas y peligrosas, en su Capítulo VI.
En su artículo 27 establece que los conductores de transporte de sustancias tóxicas o peligrosas deben sujetarse estrictamente a circular por las rutas, horarios y los itinerarios de carga y descarga autorizados y dados a conocer por la Secretaría y por Seguridad Pública.
La CDMX es la metrópoli más compleja para la conducción del autotransporte de carga, por su congestión vial y densidad poblacional. Esta situación también la convierte en uno de los sitios de más extorsiones para los transportistas y operadores, por parte de su policía de tránsito.
Por ello, la propuesta de la Jefa de Gobierno deberá estar acompañada de reglas claras y una amplia labor de difusión entre autoridades, transportistas y población en general para evitar arbitrariedades.
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