La economía de México cayó 4.4% anual en enero, de acuerdo con el Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE). 

El indicador adelantado realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) refiere un pesado arranque de año para los mexicanos, presionado por los elevados contagios de COVID-19, las restricciones a la movilidad y a las empresas, en especial a comercios, servicios y el turismo.

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El IOAE refiere una contracción de 4.4% en enero, la cual de confirmarse en el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), se tratará del peor inicio de año desde enero de 2009, cuando la economía se contrajo 5.9 por ciento, de acuerdo con cifras desestacionalizadas. 

El retroceso de la economía estuvo influenciada por una fuerte caída de las actividades secundarias, de 5.4% anual. 

Aquí es donde se ve el impacto de los cierres y restricciones de negocios, comercios y servicios turísticos, culturales y de esparcimiento, ante el incremento de contagios por COVID-19. 

Las actividades secundarias, que incluyen a la manufactura, construcción, minería, así como la generación de energía eléctrica, agua y gas, retrocedieron 4.1% anual en enero. 

Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco BASE, expuso que los resultados eran esperados, especialmente la contracción en el sector servicios, pues al comenzar el año las autoridades reforzaron las medidas de distanciamiento social.

Si bien, analistas esperaban números rojos para la economía del primer trimestre de 2021, las previsiones se han deteriorado. Además de la pandemia, durante el mes en curso, las actividades económicas han enfrentado en febrero el desabasto de energía eléctrica y Gas Natural. 

Si bien durante febrero los nuevos casos de coronavirus comenzaron a bajar gradualmente, se espera un golpe adicional en la actividad económica, pues la tormenta invernal que azotó a Texas y al norte de México ocasionó un desabasto de energéticos afectando a millones de hogares y empresas, expuso la analista.