La desaceleración de la economía tiene entre sus efectos la menor generación de empleo, e incluso, la pérdida de puestos de trabajo y el autotransporte de carga vive ya esos efectos. A ello se suma la incertidumbre para hacer negocios, la violencia y los bloqueos a las vías de comunicación que reducen la actividad manufacturera del país.
El empleo en el transporte de carga tuvo en 2018 su primera baja desde 2012. De acuerdo con los últimos datos disponibles en el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2018 había un millón 98 mil 668 personas ocupadas en esta actividad productiva, esto significa una baja de 7,104 puestos de trabajo respecto a 2017.
“En 2018, vimos la desaceleración de la actividad por la negociación del T-MEC, situación que genero incertidumbre; a esto se sumó la transición de un gobierno a otro, hay que recordar que la nueva administración duró casi seis meses en tomar protesta”, comentó Enrique González, presidente de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (Canacar).
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Detalló, en entrevista para TyT que, los paros magisteriales en Michoacán, donde los inconformes tomaron las vías del ferrocarril derivando en una desaceleración de la actividad manufacturera. A ellos se sumó la imposición de aranceles al acero y aluminio por parte de Estados Unidos teniendo sus principales efectos en la industria automotriz, importante cliente del autotransporte de carga.
En 2019, todos los sectores económicos del país crearon 342,077 empleos formales, 48% menos que en 2018 y la cifra más baja en 10 años, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Este resultado está relacionado con la contracción del Producto Interno Bruto (PIB).
En este contexto, Enrique González el desabasto de combustibles observado a inicios de 2019, la desaceleración de la construcción y actividades manufactureras, así como el incremento de la inseguridad – problemática que afecta a empresas y operadores desde 2013—y las políticas de sobrerregulación apuntan hacia una baja más en la generación de empleo en el servicio de transporte de carga.
“El 2019 el diagnóstico más grave que vimos fue el de la sobrerregulación, esto generó zozobra e incertidumbre, independientemente de la desaceleración económica en otros sectores de la industria como la construcción. A esto se suma, nuevamente los paros magisteriales de 2019 y el incremento de la inseguridad, que afecta nuevamente a la incertidumbre, y genera incrementos en las pólizas de seguros”, expuso el líder de Canacar.
Ante el panorama, la expectativa es de una nueva caída del empleo en el sector para 2019; en un contexto de contracción de la economía. Lo anterior deriva en una menor inversión para la creación de proyectos productivos y generación de pestos de trabajo.
