Si bien por su frontera y sus puertos Tamaulipas es una de las entidades con mayor riesgo a la inseguridad en todo el país, el trabajo conjunto entre autoridades y transportistas ha logrado que Altamira sea hoy el puerto más seguro del país.
Así lo afirma el delegado de la CANACAR en Tampico, Leobardo Saldívar Caballero, quien explica que para entender este fenómeno es importante aclarar que existen dos Tamaulipas: de Ciudad Victoria hacia el norte y otro hacia el sur, donde se encuentra el puerto de Altamira y que el año pasado no tuvo su mejor momento.
“Se nos estaba cayendo muy fuerte la carga en Altamira. Los importadores y exportadores decidieron irse a Estados Unidos o Veracruz y llegamos a un punto en el que la situación no podía seguir así”, relata.
“Hicimos un bloque de transportistas, agentes aduanales, terminales portuarias y empresarios. Tuvimos un apoyo invaluable del presidente municipal de Altamira, diputados locales y del Gobierno estatal. En coordinación con la Policía Federal decidimos implementar el operativo”, agrega.
El Operativo Escalón al Transporte de Carga fue la solución. Durante un mes, las Policías Federal y de Caminos hicieron revisiones aleatorias a los vehículos en las principales vialidades. Se redobló la seguridad en las carreteras y también hubo una inversión en tecnología para geolocalización.
El número de incidentes disminuyó considerablemente y es por eso que se levantó el operativo, pues su éxito fue rotundo. Hubo un robo de un contenedor, con mercancía de importación. La PF tardó siete horas en dar con él. La tecnología y inteligencia en materia de seguridad fueron la clave.
“Nuestro patrimonio no son los camiones, es el puerto”
Con esa convicción, Saldívar Caballero sabe que la infraestructura en Altamira es fundamental para detonar el crecimiento de la región. “No solo hay que cuidarlo, hay que invertir para hacer más grande la aduana y aumentar el número de operaciones.
“Al día de hoy, por ejemplo, tenemos dos carriles de entrada y dos de salida. La intención tener cuatro para ingresar y ocho para salir. Esto implicaría duplicar la operación y tener trabajando el puerto las 24 horas”.
Los transportistas, agrega, tienen la solvencia para una demanda de trabajo de esa naturaleza. El parque vehicular que sirve en Altamira tiene una edad promedio de ocho años y la capacitación de los operadores es cada vez más exigente. Ya no es suficiente con un conductor tenga licencia federal y experiencia en carretera.
Para hacer de éste un puerto sustentable y sostenible, el Delegado es entusiasta de la tecnología, la capacitación y la visión como factores que ayudarán invaluablemente a reducir la huella de carbono en la región. Hace un llamado al gremio para sumarse a programas como Transporte Limpio y a invertir en certificaciones de eficiencia energética.