Mientras la mayoría de los esfuerzos públicos y privados están enfocados en la emergencia sanitaria por el Covid-19, los robos al sector siguen aumentando y la situación es cada vez más delicada en términos de seguridad.

Ante este contexto, dos empresarios del sector comparten su experiencia sobre cómo han enfrentado este tema y lo que consideran necesario para reforzar la seguridad en el sector y tener un mejor autotransporte nacional. Esto fue lo que nos dijeron. 

Andrey Guzmán, Gerente Comercial de Transportes Americanos, considera que la seguridad carretera sigue siendo el principal obstáculo para el autotransporte, ya que si bien la pandemia es un asunto urgente y mediático, la falta de vigilancia e infraestructura en diferentes partes del país ha provocado el crecimiento de este problema.

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“No solo en 2020, sino en los últimos años, el tema de la seguridad sigue siendo un reto para todos nosotros en conjunto con las autoridades. Sigue pendiente mejorar la infraestructura carretera que permita mantener las condiciones ideales para el flujo del autotransporte”.

Andrey Guzmán, Gerente Comercial de Transportes Americanos.

En comparación con otras empresas, para Transportes Americanos el panorama de la inseguridad en 2020 no registró mayores sobresaltos. A decir de su gerente comercial, una mayor y mejor comunicación con sus clientes ha permitido gestionar viajes mejor coordinados, además de que la inversión en sistemas tecnológicos de seguridad ha ayudado para un mejor seguimiento a las unidades en carretera. 

Al respecto, Sergio Rayo, Director General de Transportes Rayo, coincide e la importancia y urgencia de contar con infraestructura que permita operaciones más seguras, empezando por los llamados paradores seguros, cuya lista nunca fue difundida y que, en realidad, era evidente que eran espacios insuficientes para toda la flota nacional. 

Por si fuera poco, agrega, la infraestructura carretera hacia el sureste del país también está rebasada, lo que resulta propicio para la delincuencia, pues entre las deficiencias de los caminos y la poca vigilancia, circular por estos rumbos resulta mucho más riesgoso que en otros puntos geográficos del país.