La elevada inflación a nivel global ha llevado a los bancos centrales a incrementar sus tasas de interés de una forma más acelerada, mientras que el desajuste en las cadenas de proveeduría, la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania se mantienen como factores que elevan la incertidumbre sobre el futuro de los precios de los energéticos, las materias primas y los alimentos.

Las expectativas apuntan a que los precios de los insumos para el autotransporte de carga y pasaje se mantendrán elevados, además de que el costo del crédito seguirá al alza, aspectos que hacen apremiante que las empresas revisen sus números, pongan orden (de ser necesario) y hagan una planeación financiera que las lleve a reducir sus costos. 

En México, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) llegó el mes pasado a 8.15 por ciento, mientras que el Banco de México (Banxico) ha realizado ajustes más pronunciados de su Tasa de Interés Interbancaria, desde que la utiliza como mecanismo de política monetaria. 

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En su junta de Política Monetaria, del 23 de junio, el Banco Central difundió que las expectativas para la inflación general siguen al alza, al pasar –en poco más de un mes– de 6.4% a 7.5% para el cierre de 2022. Además, se prevé que se ubicará dentro de su objetivo, de 3% +/- un punto porcentual, hasta inicios de 2024. 

El Banco Central, liderado por Victoria Rodríguez Ceja, también tiene la mirada puesta en las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), que en los últimos dos meses ha aplicado fuertes incrementos a su tasa objetivo ante una amenazante inflación estadounidense.

Hasta el momento, las condiciones están dadas para que la FED eleve su tasa a un rango de 3.25% – 3.50% para el cierre de este año, mientras que Banxico la llevaría a 9.5% e incluso 10 por ciento, de acuerdo con las previsiones. Esto significa un mayor costo de financiamiento para las empresas y las familias. 

A hacer cuentas, en pro de las finanzas

Ante este panorama, César Armando Salazar López, integrante del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, expone que la planeación financiera, en un contexto de precios elevados, es muy importante para reducir el costo financiero de las empresas. 

Para ello, comparte que las compañías transportistas deben revisar sus proyecciones de la demanda y, de acuerdo con el resultado, considerar que es momento de renovar o crecer su flota, para asegurar una tasa de interés inferior a la de los próximos meses. 

Si es momento o no para invertir dependerá de qué tanto flujo, qué tanta actividad comercial esperan tener y se pueda contar con los ingresos suficientes para no solo cubrir los costos de operación, sino los costos financieros”.

César Salazar, investigador de la UNAM.

Jorge Gordillo Arias, Director de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, expuso en entrevista por separado que, una tasa objetivo de Banxico en un nivel de 9.5 o 10% significará un incremento de entre 200 y 250 puntos base en las tasas de interés en la adquisición de unidades para los transportistas, adicionalmente a las alzas que ya han enfrentado. Y el impacto dependerá de cada empresa, añadió.

Sin embargo, la banca comercial y las financieras evalúan otros elementos, como la competencia en el mercado y la salud de los números de cada uno de sus clientes para fijar el costo del crédito. Éste es otro punto que los transportistas deben atender para acceder a mejores tasas en un contexto retador. 

En busca de tasas de interés competitivas

En este contexto, Diego Zarroca, Director de Arrendamiento de Grupo Financiero Ve por Más, detalla que las financieras evalúan la capacidad que tienen las empresas para producir la información que les será requerida, lo cual involucra dos aspectos clave: las capacidades operativa y financiera del transportista. 

Si un empresario conoce su negocio, conoce sus costos y sabe cómo cotizar sus servicios: la capacidad operativa está probada, pero al momento de demostrarlo ante la institución financiera o la arrendadora es cuando se complica”, señala. 

Diego Zarroca, Director de Arrendamiento de Grupo Financiero Ve por Más.

Los puntos clave son, en principio, que si ellos no están preparando su información, tienen un contador, tienen un despacho externo o un asesor, antes de entregar la información a quien sea que la vaya a revisar, el transportista debe verificar y asegurarse de que lo que está entregando refleja la operación”. 

El especialista de Grupo Financiero Ve por Más va más allá y recomienda que, si los clientes pagan de contado, los transportistas se aseguren de que quede registro en sus finanzas, ya que hay casos de empresas sólidas en las que, sin embargo, en sus cuentas aparece que nunca han cobrado sus servicios. 

Otro aspecto a cuidar es que las empresas deben registrar todas sus operaciones, es decir, si son formales, significa que sus ingresos entran por una cuenta bancaria: “Si digo que vendo 10 pesos, pero demuestro que vendo uno, no tendrá sentido. La mayoría de las veces sucede, porque no se detienen a constatar la información financiera”, agregó. 

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