La falta de operadores profesionales en el autotransporte mexicano es un problema que sigue creciendo y que, al parecer, así seguirá siendo, sin embargo, existe una serie de acciones concretas que pueden hacer la diferencia en una flota y, eventualmente, en todo el sector.
Ya sea para crear fidelidad al interior de una empresa o con fines más ambiciosos, como crear una cultura a favor de los operadores sin duda siempre será en beneficio de todos.
Si bien hay mucha responsabilidad en las autoridades de los tres niveles de gobierno, también hay mucho por hacer en la cancha de las empresas, ya que mientras los primeros debieran reforzar la vigilancia en carreteras y corredores logísticos, las segundas siguen invirtiendo en tecnología y medidas de seguridad internas, pero a veces las acciones se quedan incompletas.
Cámaras, asociaciones y empresas han impulsado mejoras a través de la capacitación, con programas de formación y certificación para atraer y profesionalizar a nuevos operadores, sin embargo, la capacidad de estas escuelas es limitada frente a la magnitud del déficit.
“La capacitación tiene que ser integral y no sólo en temas de conducción y rendimiento de combustible; eso es importante, sin duda, pero los operadores también necesitan asesoría y seguimiento sobre temas de salud, alimentación, activación física, bienestar familiar, gestión de las emociones, cómo lidiar con la soledad y ahorro.
“Es como volver a la escuela y considerar todos esos temas a los que nos vamos a enfrentar cuando ya estemos arriba del camión, que al final mover un camión es lo más fácil; el reto está en hacerlo con responsabilidad, con pasión y con todas las condiciones para hacerlo de forma segura, con una visión de largo plazo”, consideró Ricardo González, operador con más de 30 años de experiencia.
Por otro lado, cada vez hay más empresas que están reevaluando esquemas salariales, ofreciendo mejores prestaciones, programas de bienestar para los operadores y sus familias e, incluso, adaptando las rutas para permitir más tiempo en casa.
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Y a largo plazo, la automatización y los vehículos autónomos podrían ser parte de la solución, pero aún falta mucho para su adopción a gran escala, así que mientras tanto, con las tecnologías actuales, hay que adecuar la estrategia para la retención y captación de talento al volante, no sólo un mejor salario, sino con esquemas integrales para su desarrollo.
El déficit de operadores en México es un llamado urgente a la acción. No se trata sólo de mover mercancías, sino de asegurar la fluidez económica de un país y de reconocer y dignificar una profesión vital que, hoy más que nunca, necesita ser revalorada y protegida. Sin ellos, la rueda del comercio se detiene.
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