El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), relevante para el autotransporte por ser la principal vía para mover la carga entre los tres países, vuelve a estar en vilo a un año de su revisión, luego de que el Presidente estadounidense Donald Trump tiene la intención de renegociarlo, descartando una simple revisión técnica, como inicialmente se estableció en el acuerdo.

Economistas de Citi México, Grupo Financiero Monex, Banco BASE, así como Juan Carlos Baker, exsubsecretario de Comercio Exterior, coinciden en que México debe alistar una estrategia para una renegociación del tratado, ya que Trump se centrará en dos objetivos clave: ampliar el contenido regional y controlar la relación comercial con China.

¿Renegociación o revisión?

El T-MEC, que entró en vigor el 1 de julio de 2020, tiene una vigencia inicial de 16 años, es decir, hasta 2036, pero en el artículo 34.7 se estableció una revisión a los seis años de su implementación.

Esta inspección estaba planeada inicialmente para 2026, pero los aranceles implementados por Estados Unidos adelantaron las conversaciones y ahora se plantea una renegociación, lo que implicaría revisar capítulo por capítulo del tratado hasta llegar a un consenso.

«Para que sea una renegociación tendría que haber un consenso entre los tres países miembros, no basta con que uno lo proponga; si uno solo está en contra, el tratado se mantiene vigente», explicó Janneth Quiroz Zamora, directora de análisis de Grupo Financiero Monex, al señalar que este escenario resulta improbable.

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Este hipotético escenario de una renegociación del T-MEC y no una revisión, como lo sugirió Howard Lutnick, Secretario de Comercio estadounidense, sería complicado, por lo que la lectura que algunos economistas le dan a las declaraciones del funcionario es que se trata de una estrategia para ejercer presión y dejar claro que hay puntos de descontento.

En un caso extremo en el que México, Estados Unidos y Canadá acordaran una renegociación, entonces se revisaría cada capítulo del T-MEC, como ocurrió en 2017 cuando iniciaron las negociaciones para sustituir al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

«Evidentemente, Estados Unidos buscaría hacer dicha renegociación a su favor, con peticiones centradas en sus intereses», advirtió Janneth Quiroz.

Menos relación con China

Para Julio Ruiz, economista en jefe de Citi México, desde que Trump asumió la Presidencia de Estados Unidos se esperaba una revisión profunda del tratado, centrada en puntos específicos como la relación comercial con China.

«Estados Unidos tiene en mente limitar la presencia de China, por lo que en todos los sectores pudieran poner reglas de origen más estrictas para restringir su presencia», estimó.

En esto coincidió Juan Carlos Baker, exsubsecretario de Comercio Exterior, al alertar de lo peligroso que sería para México.

«Si Estados Unidos te dice, ‘pues ahora no vas a comerciar con tal país porque me quieres vender a mí, con todo el contexto de lo volátil que es Trump, eso sería muy preocupante porque estarían obligando a México a quemar fuentes en el momento en que más necesitas amigos».

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Controlar la relación comercial de México con China, expuso Janneth Quiroz, tendría un impacto económico porque varias industrias mexicanas dependen de insumos asiáticos. «Más allá del efecto en costos, esto también podría derivar en mayores precios al consumidor, es decir, un riesgo inflacionario que no deberíamos subestimar».

Las tres naciones que integran el T-MEC mantienen un déficit comercial con China. Por ejemplo, el país gobernado por Donald Trump necesita del país asiático para el 16.5% de su importación, lo que lo convierte en su tercer proveedor más importante; en Canadá obedece al 13.5% de sus compras, es su socio número dos; y a México le provee 19.6% de sus importaciones, lo que lo coloca como su abastecedor más importante.

Más contenido regional

Otro de los objetivos de Trump en esta revisión o renegociación es ampliar el contenido regional, que actualmente es del 75 por ciento.

«Dentro del poco margen que tenemos, México podría intentar contener algunas de las presiones más fuertes, como el aumento en los requisitos de contenido regional, donde Estados Unidos intentará elevarlo hasta 85%», destacó Janneth Quiroz, de Monex.

El objetivo de México, agregó, debería ser limitar ese incremento negociando que no supere el 80% para no desarticular las cadenas de suministro. 

De acuerdo con datos de la Oficina de Censo, en el quinto mes del año México le vendió a Estados Unidos un total de 46,342 millones de dólares en mercancías, lo que que representó un crecimiento anual de 5.6% y es el mayor monto para un mes de mayo desde que se tiene registro. 

De estas exportaciones hacia Estados Unidos, solamente el 16% pagaron arancel en mayo por un monto de 2,009 millones de dólares, mientras que 21,853 millones de dólares se enviaron bajo los criterios del T-MEC, es decir el 47.16% del total. 

Para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Grupo Financiero Base, “esto podría estar reflejando que los aranceles anunciados hacia México son más bien una narrativa política y no algo que se esté aplicando realmente como lo anunció Trump”.

Los sectores más afectados

En una hipotética renegociación del T-MEC, los sectores más afectados serían el automotriz y el agropecuario, refirieron expertos.

En el caso de la industria automotriz, desde marzo se ve afectada por los aranceles al acero y aluminio; y por los automotrices del 3 de abril, excluyendo las piezas bajo el T-MEC. A esto se le suma el gravamen del 25% al cobre y el general del 30% que entran en vigor el 1 de agosto.

Representantes de la industria automotriz y autopartes han declarado, por separado, que el tratado es relevante para los tres países, ya que ayuda a consolidar al sector.

En el caso del sector agropecuario, que contribuye con el 3.7% de las exportaciones mexicanas, es una actividad que ha crecido exponencialmente en los últimos 10 años, con Estados Unidos y Canadá como sus mayores socios gracias al T-MEC.

En este contexto, los empresarios agrupados en el Consejo Nacional Agropecuario (CNA) destacaron el papel que juega México como socio irremplazable del tratado, ya que el país exporta 80% de su producción agroalimentaria a Estados Unidos y es su principal proveedor de alimentos, una relación comercial que se vería amenazada en una renegociación.

En este sector, los productores de jitomate ya pagan una cuota compensatoria del 17% desde el 14 de julio, luego de que el gobierno de Estados Unidos impuso esta medida acusando antidumping.

Para la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, mantener el T-MEC es una de sus prioridades, por lo que su gobierno buscará llegar a un buen acuerdo que beneficie a México, independientemente si se revisa o se renegocia.

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