Cuando un tractocamión sufre un incidente en carretera, hay que conservar la calma, revisar que las personas involucradas estén bien, llamar a la aseguradora y empezar una tramitología que, a veces, parece eterna.

Si bien la póliza más completa solventa la emergencia, en cuanto al tiempo de los trámites, pero sobre todo, el de reparación del vehículo y completar el viaje en caso de que haya estado a la mitad de una entrega, se traducen en pérdidas aparentemente incalculables. Pero no es así.

Bajo esta premisa, hace unos años, Movimientos Terrestres de Carga (MTC) puso especial énfasis en este renglón, a fin de disminuir los incidentes, ahorrar tiempo y evitar que los camiones estuvieran en el taller por razones correctivas.

Román Mendoza, director general de la compañía, señaló que el gran reto en este sentido fue haber entendido el fenómeno de la siniestralidad: choques, accidentes, robos o cualquier acto que afecte o requiera la participación de la compañía de seguros.

“Al entender este concepto, empezamos a medir cada caso en relación con el costo de la póliza y los tiempos perdidos. Y cuando te das cuenta que evitar un solo incidente se traduce en grandes ahorros, pues sabes que se trata de una gran inversión”, señaló el empresario.

A través de Sumari y con el sustento de Quálitas, MTC dejó este asunto en manos de los especialistas, a fin de tener un diagnóstico de siniestralidad y, a partir de ahí, establecer protocolos que dieran forma a una estrategia robusta en torno a la seguridad de la compañía.

Un rubro importante fue la inversión en tecnología especializada para dar seguimiento puntual al monitoreo de las rutas, vehículos y remolques. Capacitación al personal: operadores, monitoristas y tráfico.

“Lo que no se mide no se puede mejorar. Y es por eso que empezamos a llevar un seguimiento puntual de cada unidad y conductor, de tal manera que, ante cualquier siniestro, había que estudiar el caso y establecer ajustes en algún parámetro o, de ser el caso, en los hábitos, rutas, horarios o condiciones del flete”, señaló Román Mendoza.

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Es así como durante los dos años más recientes, Movimientos Terrestres de Carga registró una disminución constante en la siniestralidad de su flota, fenómeno que se ha traducido en beneficios tangibles y no tangibles.

Incluso la propia póliza ofrece condiciones más competitivas, pues al contar con estos registros, la compañía de seguros sabe que el riesgo es menor. Además, claro, de que un vehículo sin incidentes es un vehículo más productivo.