A pesar de que 2021 inició con índices a la baja en el robo al autotransporte, las cifras oficiales repuntaron hacia el último trimestre y, específicamente en diciembre, la inseguridad carretera registraron un total de 1,165 carpetas de investigación, de acuerdo con datos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) y la Fiscalía General de la República (FGR).

Ante este panorama, empresas transportistas han tomado decisiones que garanticen la seguridad de sus procesos y la integridad de sus operadores, además de establecer o fortalecer criterios para disminuir el riesgo de robo. Platicamos con dos protagonistas y esto fue lo que nos contaron.

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José Gilibert Peña, Gerente General de Transportes Especializados Orizabeños (TEOSA), señala que la realidad en Veracruz y en otras rutas del centro hacia el sureste del país es realmente preocupante, ya que más allá de las cifras oficiales, los robos al autotransporte no dan tregua. 

El empresario explica que, en efecto, al inicio de la pandemia hubo una baja en la inseguridad carretera, pero desde finales del año pasado, esta tendencia se revirtió y, actualmente, siguen subiendo los incidentes, razón por la que urge que las autoridades redoblen esfuerzos, aunque también reconoce sus limitaciones. 

“A pesar de que la Guardia Nacional y los gobiernos locales tengan buenas intenciones, en muchos casos sus recursos son insuficientes, ya que tanto en el número de personas como en su infraestructura, la delincuencia organizada suele estar mucho más armada”, afirma. 

Y como no se puede dejar todo en manos de las autoridades, Gilibert señala que es importante que cada empresa tome cartas en el asunto. Desde equipar sus camiones con telemetría, invertir en centros de monitoreo, viajar en convoy o evitar ciertas rutas y horarios con mayor riesgo. 

“Nosotros en TEOSA hemos tenido que invertir en nuestra propia seguridad, pero sabemos que si las autoridades tuvieran más recursos, podrían hacerle frente a la delincuencia organizada, sin embargo, la realidad es otra, y como no podemos quedarnos cruzados de brazos, tenemos que cuidarnos entre nosotros”, afirma.

En esto coincide Édgar Martínez Chavero, Gerente General de Transportes Hernie, quien agrega que en la nueva realidad, las empresas del sector tienen el enorme reto de ser más inteligentes, eficientes y estratégicas en temas de seguridad, ya que, en muchos casos, los delincuentes también se las ingenian para ir un paso adelante. 

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“Nosotros en Hernie invertimos mucho en tecnología, en capacitación y en una constante actualización de nuestros protocolos de seguridad, ya que en años recientes el Bajío se volvió un objetivo muy recurrente para los robos. Entonces replanteamos nuestros procesos para garantizar nuestros servicios”, añade.

Martínez Chavero también destaca la importancia de crear sinergias y diálogo constante con las autoridades, además de la pronta reacción para disminuir los incidentes, pues en ocasiones sucede que no se denuncia o se actúa con demora, situaciones que no solo no abonan, sino que ofrecen ventajas a la delincuencia. 

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