La ola de calor que ha predominado en el país, ha representado también un desafío para las empresas de autotransporte. No solo para mantener la cadena de frío, sino para proteger cada eslabón de la operación: mercancías, eficiencia, al conductor y, desde luego, los activos de la flota, incluyendo al equipo de refrigeración.

¿Por qué prestar especial atención a estas unidades? Arturo García, Gerente Postventa de Carrier Transicold, explica que, por su naturaleza, los equipos de refrigeración trabajan a altas temperaturas y, de hecho, aunque no operen en esas condiciones climatológicas, por sí mismos elevan la temperatura y tienen alta presión. 

Por ello, la actual ola de calor aumenta las posibilidades de una falla en estas unidades ante la falta de planes de seguimiento y mantenimiento adecuados. 

Eso sí, aclara el experto, las soluciones de la marca están respaldadas por procesos de laboratorio y pruebas de campo, así como por un equipo de ingeniería con experiencia en los distintos mercados y climas en los que Carrier tiene presencia a nivel global. Además, cuentan con el soporte de 10 distribuidores en México y dos Centros de Servicio.

“La empresa siempre se asegura de que las prueba sean las más cercanas a las condiciones ambientales; sin embargo, cuando estamos en situaciones que son no convencionales o extraordinarias, como esta ola de calor, definitivamente va a haber una oportunidad para que en algún punto los equipos estén fuera de las condiciones de lo diseñado”, comparte en entrevista para TyT. 

Lo que debe saber

Si bien este clima extremo puede ser un punto de inflexión para la óptima operación de las unidades de enfriamiento, Arturo García señala que el soporte, un diseño de plan de mantenimiento, el correcto uso del equipo y las buenas prácticas son esenciales para mitigar la posibilidad de una falla.  

De acuerdo con el experto, entre los desperfectos más comunes se encuentra la alta presión de operación, pues aun cuando ya es elevada en condiciones normales, el calor extremo la incrementa aún más.

Adicionalmente, esto repercute en lo que García denomina “el corazón del equipo de refrigeración”, es decir, su compresor.

Para mantener estos parámetros en orden, un buen comienzo es cuidar cada paso de la operación, desde el previaje hasta el final de la ruta.  

Entre las buenas prácticas, Arturo García recomienda iniciar con un proceso de preenfriado a cero grados para que la unidad pueda trabajar de forma óptima durante su trayecto, sin importar que sea una entrega punto a punto o una ruta de reparto con varias aperturas de puertas durante el día. 

Respecto al momento de la carga del vehículo, el especialista señala que debe ser a puertas cerradas, es decir, se ingresa un palet y se cierra la caja o remolque para hacer el acomodo. 

“Cuando no tenemos condiciones adecuadas de carga o de aislamiento en el centro de carga, eso hace que muchas condiciones influyan en el equipo: se infiltra el calor o la humedad, y eso deriva en que el vehículo trabaje a altas presiones”, detalla. 

Asimismo, es en este paso cuando se debe realizar un descarche y sacar toda la humedad que hay en la caja. 

En caso de que se trate de una unidad multitemperatura, recomendó no mezclar productos secos con carga refrigerada, y para aquellos viajes que requieran dos temperaturas diferentes, equipar la caja con una mampara que los separe, cargar el de mayor temperatura y aislarlo con dicha mampara. 

Respecto a la carga en remolques o vehículos de largo recorrido, se debe asegurar que no queden palets o mercancías que obstruyan el flujo de aire para que el equipo pueda funcionar de manera adecuada.

Durante la entrega, se debe cuidar que la apertura de puertas se haga de manera controlada, registrando cuántas se realizarán en la ruta y cuál es su duración: “No se debe mantener las puertas abiertas por más de 20 minutos, luego cerrar y pretender que el equipo recupere la temperatura muy rápido, cuando la siguiente entrega puede ser tres o cuatro minutos después. Ese tipo de prácticas son cruciales”, señala. 

Al final de la ruta, continúa García, se debe asegurar que cuando el vehículo se descargue se mantenga frío, cuidando los mismos puntos que al inicio de todo el proceso.

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Carrier Transicold, el aliado 

Durante todo este proceso de revisión y buenas prácticas, la compañía está decidida a no dejar solos a los generadores de carga y transportistas. De hecho, ese ciclo de recomendaciones siempre son parte de su portafolio de servicios y son compartidas a sus clientes para que la cadena de frío no se interrumpa y los equipos funcionen en buenas condiciones todo el tiempo. 

“Sean del tamaño que sean, es decir, tengan una caja, un equipo de refrigeración o una unidad pequeña, hasta aquellos clientes que tienen 100, 200, 500 o más remolques, a todos ellos siempre les ofrecemos estos cursos de capacitación en buenas prácticas de cadena de frío y procesos de carga y descarga”. 

Además de la propia operación de las unidades de refrigeración, los expertos de Carrier también asesoran a sus clientes cuando sus remolques tienen ciertas horas de operación, a fin de que hagan reparaciones del aislante de manera recurrente y revisen distintos componentes que mantengan en óptimas condiciones el desempeño de los equipos de la marca. 

Por ejemplo, explica García, si una caja se ve involucrada en un accidente, se recomienda a los clientes revisar si hay alguna rayadura o si se rompió la lámina que cubre el aislante, pues si no se corrige a tiempo, se crea humedad en algunas áreas. Independientemente de que ocurra un incidente, el experto aclara que es necesario monitorear frecuentemente la capacidad de aislamiento de la caja refrigerada.

Por otro lado, Carrier también trabaja de la mano de los principales fabricantes de equipo original (OEM, por sus siglas en inglés) para compartir las especificaciones de sus productos, dimensiones, diseños e, incluso, trayectorias de tubería para que ellos tomen en consideración toda esa información en la fabricación de remolques y se entregue un producto estético y de buen desempeño. 

Predecir y prevenir 

Además de la capacitación, la compañía es consciente de que lo que buscan sus clientes es centrarse en su core business : “Ellos tienen que estar enfocados en su negocio, no son expertos en mantenimiento o en cuidados de refrigeración, para eso está Carrier y su red de distribuidores”.

En este sentido, la empresa pionera en sistemas de temperatura controlada los acompaña a través de su plan de protección, BluEdge, que da cobertura a los equipos de refrigeración de la marca.

En palabras de García, se trata de una extensión de garantía para aquellos clientes que llevan sus unidades a los talleres de servicio de Carrier, donde los expertos de la marca hacen los mantenimientos a través de la red de distribuidores.

Con BluEdge les damos opciones, ampliamos la garantía cumpliendo con las condiciones de mantenimiento y servicio, o bien, nosotros hacemos los servicios por ellos, ya sea en las instalaciones de nuestros distribuidores o en las del cliente, según lo requiera”. 

Con esta solución, Carrier se encarga de los servicios preventivos y correctivos: “Este programa nos ayuda precisamente a detectar problemas según las condiciones de operación. Nosotros reemplazamos partes de manera predictiva, sabemos qué vida útil tienen, cuál es la curva y probabilidad de falla”. 

Asimismo, adecuan los planes para que, según el tipo de uso que le dé cada cliente a sus unidades, se realicen los mantenimientos: “A veces los clientes tienen la idea de que lo que dice el manual es lo único que se debe hacer, pero las condiciones de uso varían”.

Adicionalmente, para aquellos clientes que hacen sus propios mantenimientos, el equipo de Carrier les facilita un check list y recomendaciones sobre las revisiones para mantener sus equipos en óptimo estado. 

BluEdge ofrece tres diferentes coberturas: Core, Enhace y Elite, las cuales se adaptan a sus necesidades y que, en cualquiera que sea el caso, garantizan el acceso a reportes sobre sus unidades de refrigeración y cuáles han sido los costos en partes.

De igual forma, la solución de telemática de la marca ayuda a sus clientes a predecir fallas en temas de mantenimiento y a tener mejor control de la cadena de frío, al brindarles  información de una forma muy rápida y sencilla de digerir sobre el desempeño de cada equipo de refrigeración. 

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Un compromiso inquebrantable

Arturo García destaca que, a nivel global, Carrier se suma a la campaña de evitar el desperdicio de alimentos, una problemática que la empresa está comprometida a combatir ofreciendo equipos de calidad y manteniéndolos en buenas condiciones: “Tener un plan de mantenimiento adecuado y refacciones originales les va a ayudar a que las unidades estén disponibles, y al estarlo todo el tiempo, ellos podrán atender a sus clientes y llevar esas mercancías en buenas condiciones”.

Además, consciente de que la ola de calor que actualmente se vive en el país es también consecuencia del impacto de la actividad humana en el planeta, la compañía ya trabaja en el desarrollo de unidades eléctricas para ayudar a minimizar las emisiones de CO2 del sector transportista. 

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