Aunque su papá y su tío tienen una larga tradición transportista, para Marcela y Mario Marroquín su propio viaje inició en 2006, cuando nació MM Carga con un solo camión y que le sirvió para aprender el negocio desde su primera juventud. 

Desde su primer recuerdo, Marcela ya conocía la empresa familiar de su padre. Entre camiones, oficinas, talleres y la carretera misma, su infancia estuvo rodeada de transporte. Su hermano Mario, dos años menor que ella, hizo lo propio.

Si bien todo lo relacionado con el autotransporte siempre les fue familiar, cuando apenas pasaban por la adolescencia, su padre les propuso crear una nueva empresa, para que le aprendieran de todo: administración, ventas, operación, mantenimiento, tráfico, seguridad vial.

Para esa época los acercamientos para administrar aquel primer camión fueron paulatinos, toda vez que Marcela y Mario debían seguir estudiando, sin embargo, sí se mostraban interesados en conocer algunos procesos. 

De hecho sus estudios de preparatoria y universidad fueron retos muy exigentes, pues mientras sus compañeros hacían una vida social o se iban de vacaciones, a ellos les tocaba administrar MM Carga, pues había sido ésta su decisión. 

Y así fueron los primeros años. Un ejercicio en el que cada vez estaban más involucrados y mientras crecían les exigía más tiempo y dedicación. Conseguir operadores, hacer trámites, pagar proveedores, conseguir clientes, mantener al cien los vehículos.

Para 2010, MM Carga ya tenía una flota de ocho camiones, más empleados y más responsabilidades. En entrevista para TyT, Marcela recuerda que fue en ese momento cuando cobró conciencia del enorme reto que tenía en sus manos, pues había personas que dependían de esta empresa. 

Habían iniciado en Altamira, Tamaulipas, pero justo en 2010 se mudaron a Nuevo León. Una nueva ciudad, nueva sede y nuevos retos. Al experimentar el radical cambio que fue la mudanza, los hermanos Marroquín decidieron concentrarse aún más en la empresa y profesionalizar sus estándares y procedimientos. 

En este trajín fue cuando Marcela y Mario identificaron hacia dónde querían llevar a MM Carga, de tal manera que decidieron crecer la empresa.

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Marcela Marroquín señala que al tomar esa decisión, consiguieron un contrato con una empresa trasnacional de mucha calidad, que, además, les exigió elevar los estándares de servicios y catapultar a la empresa como un proveedor de grandes ligas. 

En la actualidad, MM Carga emplea a decenas de personas y cuenta con un parque vehicular cuya modernidad les permite competir al más alto nivel, con plataformas, contenedores, doble remolque y con operación principalmente en transporte de acero.

Sus rutas tienen origen y destino preferente en los puertos de Altamira y Manzanillo, con bases, también, en Monterrey y Coatzacoalcos.