El gobernador de Puebla, Miguel Barbosa, externó su respaldo a los hombre-camión y grandes empresas, ante sus exigencias en temas de seguridad, y expuso que los robos al transporte de carga es un asunto que no está resuelto en el estado. 

Al ser cuestionado en conferencia de prensa sobre las demandas de miembros de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram), quienes solicitaron a las autoridades de los tres niveles de Gobierno mayor seguridad en el Arco Norte, respondió que su administración dialoga con todas las organizaciones y atiende sus reclamos.

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Dialogamos con todas las organizaciones y atendemos todos sus reclamos, porque tienen derecho a expresarse en defensa de sus intereses, que son el patrimonio de los hombre-camión de la Concatram, porque son dueños de las unidades, y les damos toda la razón y todo el respaldo, a las grandes empresas de transporte también que sufren una presión general”.

Añadió que todo el tiempo se desarrollan estrategias contra el robo al transporte de carga en Puebla, por ello, se logró reducir el ilícito en más de 60 por ciento, de 2019 a la fecha. Sin embargo, reconoció que la problemática aún no está resuelta en el estado.

Nadie puede pensar o decir que eso — robo al transporte—  ya está resuelto, todo el tiempo detenemos a asaltantes que se dedican a esto, permanentemente hay cateos a patios donde están guardados transporte robado”. 

En cuanto a la seguridad en el Arco Norte, explicó que está en manos de la Guardia Nacional, mientras que la policía estatal se encarga de atender los robos al transporte en carreteras y autopistas locales, como es el caso de la Autopista México-Veracruz. 

Siempre los delincuentes están activos (…) las denuncias que hacen los transportistas las atendemos, algunas no son ciertas. Parecen autorrobos de los chóferes. El tema del Arco Norte no es Puebla, solamente el arranque e inmediatamente después de la caseta ya es Tlaxcala”. 

Miguel Barbosa recordó que se llegaron a realizar zanjas en la orilla de los caminos para evitar que los delincuentes saquen del camino los camiones robados, y con ello dar tiempo a la policía para llegar al lugar del atraco. 

También expuso que cómo los asaltantes desvían los vehículos pesados frente a Acatzingo —o antes, por Tepeaca— para llegar a la central de abastos de Huixcolotla, descargarlos y posteriormente los sacaban para  desmantelar o a abandonar las unidades.