Han pasado poco más de dos años desde que la pandemia supuso un severo golpe para los servicios de transporte público, derivando en una disminución de la demanda entre el 40 y 75% en el país. 

Para Fernando Seuz Osorio, Director de Planeación y Evaluación de Proyectos de Grupo CISA, luego de este impacto, lo que queda es adaptarse y evolucionar: “Pienso que las grandes tragedias, como ésta, nos trae muchas enseñanzas y la principal es poder anticiparnos a ellas”, comentó. 

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Por ello, durante su participación en el 13 Congreso Internacional de Transporte, organizado por la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), compartió esas lecciones que les permitirán encarar el futuro de este sector.

1. Higiene. Grupo CISA y el resto de empresas transportistas, rápidamente se adoptó nuevas reglas sanitarias que ya son parte del día a día: “Hemos tenido que vivir con ello y es algo que difícilmente quitaremos”, señala. 

Y es que, en su opinión, estas medidas les han traído beneficios como estar más atentos a las necesidades de sus conductores y usuarios. 

2. Operación. Fernando Seuz Osorio comentó que Grupo CISA, con presencia en diversas ciudades del país y especialmente en la capital, tuvo que adaptar rutas y unidades para adecuarlos a las necesidades del servicio que en ese momento se requería. 

“La autoridad se mostró sensible en ese aspecto y nos permitió tener unidades más pequeñas para atender demandas más pequeñas; en algunos casos tuvimos que devolver unidades y hasta la fecha sabemos que muchas no van a regresar porque no se necesitan”, explicó.  

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En este mismo renglón dijo que una lección importante fue aprender a mapear la situación y dejar antecedentes que les han permitido crear una matriz de riesgos muy consolidada: “Mapear riesgos constantemente y ver cómo los podemos enfrentar y nuevamente reevaluar lo que está sucediendo”.

3. Tecnología. En este renglón, consideró, la pandemia aceleró la adopción de nuevas formas de pago que no involucren el uso de efectivo y, por lo tanto, el contacto entre las personas: “Aún tenemos mucho que trabajar, pero sí es importante que esto lo vino a empujar más rápida”, reconoció. 

4. Demanda. Éste se volvió uno de los temas principales a atender, ya que la disminución les obligó a entender cómo se comportaba diaria y semanalmente, pues se registraba totalmente atípica.

“Esto nos ha permitido identificar algunas necesidades particulares, como hacer algunas rutas compartidas o algunos servicios de nivel ejecutivo (…). También nos permitió traer algunos negocios que nos permitieron solventar nuestros gastos”, comentó. 

5. Planificar. “Tenemos que planear a muy corto plazo y estar actuando y midiendo constantemente qué es lo que está sucediendo”, comentó. Y si bien ha sido una lección difícil de aprender, ya en medio de una franca pero lenta recuperación franca, consideró clave tener la capacidad de innovar a corto, mediano y largo plazo.

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Hacia final del año, estimó que Grupo CISA puede lograr una recuperación del 90-95 por ciento. Eso sí, reconoció que en algunas rutas, que son muy contadas, ya no ven recuperación y han tenido que adaptar su operación a la nueva demanda, la nueva realidad. 

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