El Gobierno de Miguel Ángel Barbosa oficializó el control de los mandos policiacos municipales de Tecamachalco por un plazo de un año, argumentando que la seguridad en este territorio necesita rigidez en sus procesos.

La administración estatal publicó en el Periódico Oficial del Estado de Puebla el Decreto por el que, en virtud de la grave alteración del orden público, asume el mando de la seguridad pública municipal.

De acuerdo con este Decreto, el Ejecutivo Estatal podrá transmitir órdenes a los cuerpos de seguridad pública municipal, lo que lleva implícito el deber de obediencia. Asimismo, se ordena que la Secretaría de Seguridad Pública del Estado apoye en el ámbito de coordinación de la seguridad.

En este documento, se señala que se requiere que la seguridad de este ayuntamiento esté alejada de omisiones, políticas públicas inciertas y abandono de los mecanismos más básicos de control en las corporaciones, en donde se han presentado casos que exhiben la ausencia de valores y ética policial.

El Gobierno de Barbosa agrega que en el ámbito de la seguridad pública, el Ayuntamiento de Tecamachalco requiere una estrategia real y contundente, con labor permanente bajo un modelo que contemple la depuración policial, mejorar los procesos de reclutamiento y permanencia, orientados con un sentido de acción sin contemplaciones.

Asimismo, destaca que Tecamachalco es parte de los municipios que conforman el denominado “Triángulo Rojo”, junto con Acatzingo, Acajete, Palmar del Bravo, Quecholac y Tepeaca, una zona donde prevalece la violencia generada por organizaciones delictivas.

En esta región, los delitos más comunes son los robos a transporte de carga, de gas LP, a trenes, así como el secuestro, la extorsión, narcomenudeo y homicidios.

Más allá de la incidencia de delitos comunes, explica el Gobierno de Barbosa, en Tecamachalco se han registrado: ejecuciones, cuerpos sin vida abandonados, feminicidios, colocación de mantas con autorías de bandas delictivas locales e inclusive del Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG); una cifra considerable de robos, principalmente a transporte de carga, de vehículos y de autopartes; lo cual ha generado un contexto de inseguridad.

En datos duros, Tecamachalco, registró 1,025 delitos de enero a la fecha; de acuerdo al histórico de incidencia, se ha mantenido una tendencia a la alza desde 2016, el año 2019 fue el de mayor registro con 1,547 casos.

En este municipio, el robo a transportista, también representa uno de los delitos de mayor incidencia; de enero a agosto de 2020 se reportaron 64 denuncias; mientras que el robo de vehículo ha contabilizado 369 casos, un incremento de 7.29% respecto a los datos del año pasado.

La administración estatal alertó que estos son los delitos más significativos,  y por los cuales se ha iniciado una disputa de plazas al interior de la localidad.

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