La gigante naviera Maersk anunció a principios de marzo que suspendería sus operaciones en Rusia debido a la guerra con Ucrania, pero no fue sino hasta esta semana que ha dejado de operar en el país.

A través de una carta dirigida a sus clientes, la empresa informó sobre los últimos desarrollos en Rusia, señalando que ha detenido todas las operaciones de buques en dicho país y el servicio con Bielorrusia; mientras que las operaciones domésticas se están liquidando y/o desinvirtiendo gradualmente.

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Asimismo, precisó que esta liquidación no permite ningún negocio nuevo ni en Rusia ni en Bielorrusia.

«La seguridad y la estabilidad de nuestra gente sigue estando al frente de nuestras mentes, y hemos trabajado constantemente para garantizar que nuestra gente esté segura. Hemos hecho todo lo posible para retirarnos de Rusia de manera responsable«, indicó en el documento.

Maersk detalló que prevé que sus oficinas en Novorossiysk y Kaliningrado cierren durante el verano de 2022, y las de San Petersburgo y Moscú estarán abiertas hasta finales de año; mientras que la oficina de Bielorrusia también estará cerrada durante el verano.

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Indicó que la protección de las cadenas de suministro de sus clientes sigue siendo una prioridad máxima, haciendo todo lo posible para entregar la carga afectada en los destinos finales planificados inicialmente u ofrecer un cambio de destino cuando sea factible; aunque para algunos esto no ha sido posible, y con los que mantendrá abiertas las líneas de comunicación para encontrar soluciones.

Además del transporte de mercancías, la compañía danesa cuenta con un 30.8% de la propiedad de Global Ports Investments (GPI), la cual opera seis puertos en Rusia y dos en Finlandia, pero ya anunciado que ha iniciado el proceso para deshacerse de las acciones.

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