En medio de la quinta ola de contagios de Covid-19, el autotransporte sigue rodando, como lo ha hecho desde el día cero y desde antes. El abasto de insumos y mercancías ha estado garantizado en todo momento, y es por eso que es considerado una actividad esencial. 

Sin embargo, en muchas ocasiones pareciera ser un trabajo invisible, ya que no siempre se visualiza la esencial función que juegan los operadores que llevan y traen todo lo que las personas y empresas necesitan. Y por eso, también se suele creer que se trata de un mal necesario.

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Es por eso que Rafael Ramírez, vicepresidente de Grupo González Longoria, resalta la nobleza del autotransporte, toda vez que se trata de una industria que, sin importar las circunstancias, nunca se detiene, incluso si las condiciones son adversas o hay que remar contra corriente. 

“Desde el inicio de la pandemia, las empresas que transportan alimentos, medicinas y productos de primera necesidad cobraron mayor relevancia para garantizar estabilidad en la cadena de suministro”, explicó. 

En entrevista para TyT, el directivo agregó que si bien para algunos nichos hubo una demanda superior, esto no necesariamente significó mayor rentabilidad para los negocios, además porque los costos de operación han aumentado de forma considerable. 

Y a pesar de que cada empresa establece el costo de sus servicios, es importante ofrecer certeza y confianza a los clientes, ya que siempre han existido los que aprovechan la demanda para inflar el precio del flete o los que malbaratan el servicio con tal de ganar un viaje. 

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“Algo importante para reivindicar al sector es estar cerca de los clientes y diseñar planes de trabajo junto con ellos. Es algo que agradecen, ya que entienden que si el diesel o los peajes suben, la estabilidad del negocio depende de ajustar o no el costo del servicio, no de un viaje, sino de tres, seis o doce meses”, explicó. 

Al final, esto les ha resultado porque cada una de las etapas que ha vivido la empresa ha terminado, y los clientes permanecen. Es ahí donde se reivindica al sector, una vez más, como un gremio noble, que trabaja y ofrece una solución prácticamente a todas las actividades productivas. 

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