En agosto de este 2025, los pedidos Clase 8 en Estados Unidos (EU) se colocaron en las 13,000 unidades, una caída anual del 14% y cumpliendo ocho meses consecutivos de cifras a la baja, de acuerdo con datos de FTR Transportation Intelligence. 

En su informe mensual, la firma señaló que este dato refleja la continua cautela de las flotas norteamericanas ante las fricciones comerciales, la volatilidad arancelaria y la incertidumbre económica general que afecta a la demanda de transporte de mercancías. 

Detalló que la afectación se percibe tanto en el segmento vocacional como el de largo recorrido, pese a las “modestas ganancias intermensuales”; sin embargo, en este último, destaca que los transportistas priorizan la utilización de activos por sobre el crecimiento de la flota.

Las flotas están alargando la vida útil de los camiones e incurriendo en mayores costos de mantenimiento”, comentó sobre el tema Dan Moyer, Analista Senior de Vehículos Comerciales en FTR.

Los datos de la firma también precisan que los pedidos de agosto se situaron “muy por debajo” del promedio de 23,135 unidades de los últimos 10 años para el mismo mes.

Asimismo, dio a conocer que las órdenes han totalizado 251,997 unidades en los últimos 12 meses.

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Panorama retador

El informe de FTR revela que, para el ciclo de pedidos de 2025 (septiembre de 2024 – agosto de 2025), la cifra acumulada cayó un 15% anual, lo que indica dificultades para la planificación de la producción de los fabricantes de equipo original (OEM, por sus siglas en inglés) y las redes de proveedores. 

Dan Moyer señaló que el mercado norteamericano de camiones Clase 8 se enfrenta a una creciente presión debido a los aranceles, un inventario casi récord, la incertidumbre regulatoria y la débil demanda de transporte de mercancías

“Los aumentos arancelarios impuestos el 7 de agosto incrementaron los costos de vehículos, piezas e insumos clave. Un fallo reciente de un tribunal federal de apelaciones pone en duda la legalidad de los aranceles recíprocos específicos de cada país, aunque estos permanecerán vigentes al menos hasta el 14 de octubre, a la espera de la revisión de la Corte Suprema de Estados Unidos. 

“Por el contrario, los aranceles de la Sección 232 sobre el acero, el aluminio y el cobre no se ven afectados por dicho fallo judicial y podrían extenderse próximamente a camiones, componentes y semiconductores, lo que aumenta el riesgo”, dijo.

Agregó que los proveedores se ven presionados por la inflación de insumos y la demanda desigual, mientras que los distribuidores dependen de equipos usados, y los OEM se enfrentan a presiones de rentabilidad, calendarios volátiles y una mayor exposición en la cadena de suministro

“Hasta que se aclaren las vías arancelarias y regulatorias, el panorama seguirá siendo inestable”, dijo Moyer y agregó: “Mientras que la presión arancelaria podría reducir aún más la actividad de pedidos en 2026”.

A ello se le suma que la incertidumbre sobre las normas de NOx de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) para 2027 ya está retrasando la compra entre algunas flotas y reduciendo la demanda a corto plazo.

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