En Tampico, Tamaulipas, el tránsito local detuvo al operador por no llevar un encendedor y aunque les expliques que no es un instrumento obligatorio para transitar según el reglamento es tu palabra contra la de ellos y, si no te ‘arreglas’, te amenazan con la grúa. Cuando no te encuentran algo, te lo inventan”, expone un transportista con sede en Monterrey, Nuevo León, como un caso absurdo de la extorsión en el autotransporte de carga. 

En un sondeo realizado por TyT sobre los principales retos que enfrenta el autotransporte de carga, los transportistas colocaron a la extorsión proveniente de las autoridades entre sus dos principales problemáticas, por encima de los efectos de los aranceles en los volúmenes de carga e incluso del alza de los insumos. El principal flagelo, en la mayoría de los casos, fue la inseguridad. 

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Extorsiones, una metástasis 

La situación se torna más marcada en las carreteras federales de mayor movimiento de carga y en zonas de importante actividad urbana, los operadores deben cuidarse de policías de tránsito local y de elementos de la Guardia Nacional por igual, pues saben perfectamente que si les marcan, en la mayoría de los casos, será para buscar algún factor que derive no en una multa, sino en alguna extorsión. El enfoque dejó de ser velar por la seguridad vial y patrimonial en carreteras. 

Si bien, en el área metropolitana de Monterrey hay diversas zonas prohibidas y hasta restricciones de horario de circulación, para el transportista regiomontano su principal preocupación está en la Ciudad de México, donde te detienen solo por ser transporte foráneo. 

La Guardia Nacional nos está extorsionando sin medida, te detienen por todo, con pretextos. Es una situación que se vive en todo México, te detienen para revisión, pero empiezan con amenazas , ni siquiera les preocupa si el operador tiene un sitio seguro para descansar. Mientras, los de tránsito y las grúas te cobran lo que quieren”, externa Mario, de una empresa familiar del noreste de México. 

El transportista que mueve carga, principalmente, en el Bajío y en la ruta del Pacífico detalla que las extorsiones han escalado al grado que hay empresas que ya destinan un presupuesto mensual para evitar golpes inesperados: “Si tienes una flota de 10 unidades, prepárate con 50,000 al mes, porque en una semana o en un solo hecho se te van 15,000 pesos”. 

Para Mario los principales focos rojos de la extorsión están en Córdoba, Veracruz; en la Carretera 150D, especialmente en la zona de Puebla; Guadalajara, Jalisco; Monclova, Coahuila; y Chalco, Estado de México, sin embargo, asegura que son pocas las rutas y ciudades importantes en su ruta que representan una excepción. 

Ignorancia e impunidad

Las extorsiones son un dolor de cabeza, quitan muchas horas al día, quitan paz, quitan el sueño, quitan el descanso y por supuesto, quitan utilidad neta a la empresa”, asevera el gerente de una empresa surgida en Baja California. En este caso se trata de una transportistas grande y con flota moderna, sin embargo, no está exenta de los abusos. 

En entrevista comparte que hacen esfuerzos mayúsculos para que la flota circule en regla, en cumplimiento con la Ley, reglamentos y normas. De hecho, él es el encargado de revisar que se cumplan en la empresa y claro, conoce los artículos, pero tampoco se salvan, asegura. 

Si soy acreedor a una infracción, adelante haga su trabajo, si son 40,000 pesos, no importa, porque están haciendo su trabajo, pero si a esto le suman que me van a consignar el vehículo solo porque sí, pues obligan al transportista a hacer un ‘arreglo’. 

Saben que no nos conviene que nos detengan un carro, la mayor de ellos es que van cargados y deben llegar a su destino en tiempo y forma, de ahí se aprovechan. En muchas ocasiones, me toca educar a la autoridad, porque los elementos de la Guardia Nacional no saben los reglamentos ni la Ley de Caminos, no leen”, asevera.

Dos fuentes consultadas sobre el tema aseguraron que tienen ‘arreglos’ con autoridades de tránsito, como es el caso de un hombre-camión que opera tres camiones. Él mueve carbón entre Tamaulipas y Nuevo León, y en este último estado, autoridades de tránsito municipal le pidieron hacer transferencias directas a cuentas bancarias para evitar las revisiones, donde llegó a enfrentar amenazas de grúas, porque la llanta de refacción no estaba visible. 

En el otro caso, el ‘arreglo’ es con la Guardia Nacional en Chihuahua, Coahuila, Saltillo, Nuevo León y distintas zonas del Estado de México, debido a que la empresa mueve entregas just in time y las demoras por revisiones y extorsiones son un lastre para la operación. 

Los transportistas consultados reconocieron que también las empresas tienen responsabilidad, en especial cuando se cae en una violación a los reglamentos o normas  vigentes, sin embargo, nada justifica que las autoridades de tránsito municipal y la Guardia Nacional salgan de ‘cacería’, en lugar de priorizar la seguridad vial y patrimonial en carreteras. Sí, los transportistas se sienten solos y en la impunidad. 

Transporte más ordenado 

Omar Ortiz Garza, delegado de la Confederación Nacional de Transportistas Mexicanos (Conatram) en Nuevo León, uno de los estados más señalados por las restricciones y al mismo tiempo, los abusos de autoridades municipales, considera que en manos de los transportistas está el ser más ordenados para inhibir estas conductas. 

El oficial, principalmente el municipal, te detiene por una supuesta falta y luego busca cualquier pretexto adicional para amenazar con detener el vehículo y llamar a la grúa. Sin embargo, las empresas que mantienen su documentación en orden, sus unidades en buen estado físico-mecánico y cuyos operadores cumplen con todas sus obligaciones, definitivamente enfrentan menos problemas”, señala. 

En cambio, tampoco es garantía de salir bien librado de las extorsiones, pues a raíz de la reactivación de la economía, tras la pandemia, los transportistas se han convertido en “la caja grande” de las autoridades, pues usan las reglas que rigen al sector y las normas para maltratar y sacar dinero a las empresas, concluye el representante de Conatram.

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