Apenas ayer publicamos la noticia sobre el “Sony World Photography 2022”, un prestigioso concurso de fotografía en el que la serie “Reinas de la 57”, del mexicano Miguel Pérez, es finalista y tiene grandes posibilidades de ganar. Y hoy, tenemos la historia detrás de este proyecto.

Platicamos con él y nos contó que “Reinas de la 57”, al menos la idea, nació hace casi 30 años, cuando conoció a Miriam Ochoa, considerada la primera mujer operadora de tractocamión en México y la primera en el mundo en conducir un full con materiales peligrosos. 

En aquella época la semilla fue sembrada. A Miguel le dieron ganas de saber más de ella y conocer si había otras mujeres que condujeran un tractocamión. El trajín de los días y los años lo mantuvo ocupado algunos años, hasta que se enteró de otra, y luego otra y una más. 

“Hace como 15 años ya se empezaba a saber de más mujeres que manejaban un tráiler y tuve la suerte de conocer a varias de ellas. Fue ahí cuando supe que podía hacer algo importante con Reinas de la 57, juntando mis dos pasiones: el autotransporte y la fotografía”, señaló el artista para TyT.

Pero en esa época, recuerda, tomaba fotografías como aficionado, y lo hacía, naturalmente, retratando camiones. Aún conserva esa vieja colección de imágenes que hoy suponen sus pininos de una carrera que pronto podría rendir frutos a nivel internacional. 

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Y es que uno de los premios del “Sony World Photography 2022” es la exhibición de su trabajo, primero en Londres, y luego de gira por todo el mundo. 

Pero regresemos quince años atrás, cuando empezó a germinar aquella primera idea. Miguel se dio a la tarea de tomar cursos, talleres y todo tipo de tutoriales para aprender fotografía y poder captar la esencia de su idea. Desde siempre supo que quería documentar la vida de esas mujeres arriba del camión. 

Era un proyecto sí fotográfico, pero también narrativo, pues pretendía contar con palabras e imágenes lo que ellas le contaran. Aún faltaba tiempo, pero la idea iba tomando forma. 

Hasta hace unos cuatro años fue cuando decidió concentrar todo su esfuerzo en materializar este proyecto en un libro. Buscaría entrevistas con ellas, les pediría permiso para viajar de 10-12 y conocer sus días y sus noches en la carretera.

“No fue fácil, porque no fueron entrevistas de media hora o una hora. Con algunas me aventé viajes de días. No siempre están maquilladas, no siempre están de humor, no siempre tienen tiempo para responder como si estuvieran tomando un cafecito. No. Siempre con las manos en el volante y de prisa para llegar al siguiente viaje”, recuerda Miguel.

De esa manera juntó ocho testimonios que le enseñaron el lado B de las carreteras. Él ya conocía el transporte y había manejado, pero descubrió y entendió lo difícil que resulta para las mujeres este oficio. Los procesos, los baños, las regaderas, los vestidores, los sitios de descanso, prácticamente todo está diseñado para hombres. 

“Les ha tocado picar mucha más piedra que a los hombres conductores. No es que ninguno la tenga fácil, pero no es difícil imaginar a ellas llegando a un sitio de descarga y no encontrar un baño digno y limpio para solventar necesidades específicas de una mujer. 

“¿Y qué hacen? Pues ellas siempre han sabido cómo. Y por eso hay cada vez más mujeres al volante. Y así seguirá siendo. Por eso mi interés en hacer este trabajo, en documentarlo y darlo a conocer”, relata el fotógrafo.

Ya que tenía todo el material se puso a escribir y a seleccionar las fotografías. Le pasó su texto a un editor y empezó a buscar la forma de hacer un libro. No sabía muchas cosas y cuando llegó con algún grupo editorial, el trato no le parecía del todo justo, así que decidió mandarlo imprimir por su propia cuenta. 

Hizo una inversión para tirar 1,000 ejemplares y hacer trabajo de difusión. Al principio fue difícil, pero de a poco, gracias a sus cuentas de Facebook e Instagram, empezaron a llegar los pedidos. Y las entrevistas. 

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Fue así como se enteró que podía, además, concursar con su trabajo gráfico. Y no lo dudó. Aunque desde el día uno hasta ahora sabe que el objetivo sigue siendo el mismo: dar a conocer la realidad de esas Reinas de la 57.

Ahora, a semanas de conocer el resultado final, Miguel está satisfecho porque su trabajo ya ha tenido eco. Lo invitan a platicar sobre este tema en foros especializados, empresarios preguntan por el libro, otros contratan operadoras y uno que otro también se anima a voltear a ver esta otra realidad. 

“Nunca fue un asunto para hacer dinero, ni fama. Para mí es un gusto y una pasión hacer esto. Si tiene repercusiones, si ayuda a alguien o si en este caso, gano un premio, todo habrá valido la pena si logramos que el mundo del autotransporte mejore para las mujeres”, finaliza Miguel Pérez.