Uno de los temas recurrentes en términos de mantenimiento es el embrague duro, una condición muy frecuente y que puede ser provocada por distintas razones, aunque siempre es posible evitarla. 

El embrague, también conocido como clutch, es una parte medular del vehículo que une las ruedas con el motor. Toda la energía de rotación creada por el motor se transfiere a las ruedas a través de éste. 

Así que si tienes problemas al presionar el embrague, entonces tendrás dificultades para transferir la potencia a las ruedas, lo que también significa que no podrás conducir de forma segura en la carretera.

Es por eso que en las Esenciales TyT de este martes enlistamos seis principales causas del embrague duro:

1. Pedal desembragado

Si el embrague de tu vehículo está demasiado duro, una de las cosas más simples que puedes hacer es revisar el ajuste del pedal, ya que si el embrague está fuera de los parámetros, éste podría estar parcial o totalmente desembragado.

En este punto, especialistas recomiendan verificar que el pedal del embrague esté bien ajustado. Es normal que esto suceda si has cambiado recientemente el embrague o la bomba de freno.

2. Balancín de embrague defectuoso

Otra de las razones de un embrague duro es la falla del balancín. Esta palanca de la caja se encarga de transferir la presión del pie al cojinete de desembrague para liberar el clutch. Está unido a la horquilla de embrague y a otros componentes de cableado.

Si el balancín del embrague se desgasta o se dobla podría causar problemas a la hora de presionar el pedal. Además, esto puede perjudicar el rendimiento de todo el sistema de transmisión de tu vehículo.

3. Fallas en el cable de embrague

En muchos vehículos, el cable de embrague conecta el pedal con el enganche, y al someterlo a una presión constante, debes asegurarte de que el cable sea fuerte y duradero.

Cuando pisas el pedal del embrague, el cable tira del enganche y se desembraga. Una vez que el embrague está desacoplado, puedes cambiar las marchas de la transmisión de forma segura. No obstante, si el cable del embrague está demasiado estirado o roto, tendrás que pisar el pedal más fuerte para desembragarlo.

4. Pedales obstruidos

Tal vez no has mirado debajo del pedal porque ni siquiera consideras que este sea el problema, así que nunca está demás echarle un vistazo, ya que también es posible que haya algo, cualquier objeto, que lo esté obstruyendo.

Si alguna vez tienes que pisar con fuerza el pedal del embrague, asegúrate de que no haya nada debajo. De lo contrario, esto podría impedirte desembragarlo e, incluso, dañarías el pedal sin saberlo. Peor aún, el objeto puede atascarse debajo del pedal del freno, y si no estás atento a este detalle, puede traer consigo consecuencias mucho más graves.

5. Cojinete de desembrague defectuoso

Al pisar el pedal del clutch, el cojinete de desembrague empuja los dedos del plato de presión para separarlo del embrague. Esto permite que ambos giren a diferentes velocidades.

Es normal que con el tiempo el cojinete de desembrague pierda lubricación, sin embargo, esto resultará en el desgaste del mismo y complicará su giro. Como consecuencia, es posible que sea más difícil pisar el pedal del embrague. 

¡Mantente atento a las señales! Si el cojinete de desembrague se está desgastando, puede que también notes un zumbido o chirrido que desaparece cuando sueltas el pedal del clutch.

6. Falta del muelle de asistencia del embrague

Otra causa de un embrague duro es la falta del muelle de embrague. Los vehículos más recientes con transmisiones manuales a menudo vienen con un resorte de asistencia del embrague para facilitar al conductor la presión del pedal. Estos muelles de asistencia también eliminan el rebote de la parte superior del recorrido del pedal del clutch.

Sin embargo, los muelles de asistencia del embrague tienen un punto de separación distinto en el centro, y esto podría hacer que el embrague se sienta poco firme. A algunos conductores no les gusta este aspecto y quitan el muelle para obtener una sensación de pedal del embrague más tradicional, a costa de un pedal más rígido.

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Ahora que ya conoces por qué un embrague se pone duro, sabrás cómo arreglarlo y evitarás que suceda en el futuro. Recuerda la importancia de darle un buen mantenimiento a tu vehículo para evitar contratiempos y llegar a salvo y puntual a tu destino.

Te invitamos a escuchar el episodio más reciente de nuestro podcast Ruta TyT: