La economía de Estados Unidos se contrajo 3.5% anual en 2020, el mayor retroceso desde la crisis de 1946. La pandemia dejó ver sus efectos en la actividad productiva y la fuerza laboral de ese país, sin embargo, la inyección de recursos públicos fue el antídoto que impidió una profunda caída, y ahora se visualiza una pronta recuperación.

Con la llegada del COVID-19 a Estados Unidos, su Producto Interno Bruto (PIB) se hundió 31.4% en el segundo trimestre de 2020, para después repuntar con fuerza 33.1% en entre julio y septiembre, en cifras anualizadas.

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Se trató de una fuerte subida producto de los estímulos fiscales históricos, que en todo 2020 rondaron los 3.8 billones de dólares, equivalentes a 19.9% de su PIB de 2019, así como a su política monetaria expansiva.

En el último trimestre de 2020, el PIB moderó su crecimiento a 4.06 por ciento, de acuerdo con cifras oportunas del Buró de Análisis Económico del Departamento de Comercio. Pese a la desaceleración, el panorama para el principal socio comercial de México es alentador. 

De acuerdo con Intercambio Banco, al cierre del año pasado, la inversión fija fue la que más contribuyó al crecimiento de la economía, con un alza a doble dígito en inversión de equipo, de 24.9% y de 33.5% para la inversión residencial.

El consumo, principal motor de Estados Unidos, creció 2.5% en el trimestre y las exportaciones lo hicieron en 22%, algo que ayudó a compensar la caída de 1.2% en el gasto e inversión de gobierno. 

En el cuarto trimestre, la inversión privada creció a una tasa anualizada de 25.3 por ciento, impulsada por la inversión residencial, pues las bajas tasas de interés y la preferencia por casas en los suburbios llevó a los estadounidenses a adquirir inmuebles. 

Así, durante 2020, la inversión privada reportó una baja anual de 5.3 por ciento.

La contracción anual de 3.5 por ciento fue inferior al estimado de -4.9% realizado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en línea con el pronóstico de Barclays. 

La baja en la economía de Estados Unidos vino acompañada del desempleo, pues el año pasado se perdieron 9.37 millones puestos de trabajo y la tasa de desempleo concluyó 2020 en 6.7 por ciento.

Una economía de Estados Unidos, a alta velocidad

La pandemia sigue siendo la principal amenaza para la recuperación de las nacionales; sin embargo, la llega de Joe Biden a la presidencia, con su propuesta presentada al Congreso de un paquete fiscal por 1.9 billones de dólares y su prioridad para avanzar en la vacunación de la población inyectó optimismo. 

Banco BASE plantea un escenario positivo para la economía de Estados Unidos, con una vacunación masiva hacia la primera mitad del año, factor que impulsará los servicios y el consumo. 

Así, el Grupo financiero pronosticó un crecimiento del PIB de 5% para 2021, así como en una economía a niveles similares al cuarto trimestre de 2019, previos a la era Covid, para el segundo trimestre del presente año. 

En cambio, un escenario menos probable es el rechazo de la propuesta fiscal y un confinamiento severo en el corto plazo, la economía de Estados Unidos crecería 3.5% este año, estimó Banco BASE. 

Biden planea la creación de nuevos impuestos, una vez que se consiga la recuperación de la economía, y así aliviar las finanzas del gobierno. Sin embargo, la deuda pública es un factor que puede vulnerar a la principal economía del mundo. 

Conforme aumenten las tasas de interés, el gobierno enfrentará mayores costos limitando el uso de sus recursos para otras inversiones y por lo tanto frena el crecimiento económico, expuso Banco BASE. 

El nivel de deuda pública como porcentaje del PIB aumentó de 79.0% en el 1T 2019 a 100.1% al cierre del 2020. Hacia adelante, la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO, por sus siglas en inglés) estimó que la deuda se elevará hasta un nivel de 107% del PIB para 2023.