La reciente Fase 3 de Contingencia en el país, mayores restricciones de movilidad para la población, recortes en empresas, el aumento en el número de contagios y el crecimiento de muertes por COVID-19 podrían generar otra vez momentos de pánico en los consumidores que provoquen nuevamente un desajuste en las cadenas logísticas.

De acuerdo con Alberto Modiano, VP de Cadena de Suministro de Nestlé, cuando las mercancías comienzan a ser urgentes –como en un desabasto por compras de pánico– y se pierden los flujos en las cadenas de suministro, comienza a afectarse completamente la cadena de distribución. 

Hay una gran afectación global en las cadenas de suministro. Podemos ver compañías navieras detenidas, y el 80% de la flota aérea está estacionada. Si queremos traer insumos de distintas partes del mundo, es muy difícil encontrar los barcos, mucho menos aviones, se empieza a complicar y todo comienza a ser urgente”.

Alberto Modiano, VP de Cadena de Suministro de Nestlé.

Eso trae como consecuencia escasez de materiales y fallas en los suministros a nivel global, lo que repercute en las diferentes cadenas de abasto de distintos países. 

De acuerdo con la plataforma Pabis Retail, entre el 16 y 22 de marzo –después que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró pandemia por COVID-19–, las ventas retail en el país crecieron 97.5% con relación a la comercialización promedio del resto del año debido a compras de pánico. 

En tanto, los inventarios de las cadenas de autoservicio cayeron en promedio 65%, debido al aumento de la demanda de los consumidores que ya se preparaban anticipadamente para un distanciamiento social. 

Entre el 23 y 29 de marzo, las ventas retail aumentaron 31 por ciento comparado con la comercialización promedio del resto del año. 

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Los picos en la demanda durante estas dos semanas por las compras de pánico generaron que los inventarios de cientos de empresas se agotaran en pocos días, sin la posibilidad de reabastecerlos con la rapidez requerida.

Para Alberto Modiano, hay dos momentos de compras hasta ahora en el país: las que se generaron en la segunda mitad de marzo en los clubes de precios, grandes mayoristas e hipermercados con volúmenes estratosféricos –desde 40 a 80% de compras adicionales de lo que se tenía en años anteriores por efectos del pánico–. 

Esas primeras dos semanas creemos que han pasado y se han estado moviendo hacia otro esquema en donde ahora son los canales de distribución de mercados más pequeños, porque la gente ya no quiere ir a supermercados con grandes concentraciones de gente”.

Alberto Modiano, VP de Cadena de Suministro de Nestlé.

Ahora, las compras se realizan mayormente en tiendas de proximidad, tiendas tipo bodegas o de conveniencia y eso hace también que los productos cambien de gran formato o volumen hacia a una demanda de mercancías de menor tamaño. 

“Y esto va haciendo también que nuestras cadenas de suministro vayan cambiando, porque al principio nos enfocamos a surtir o abastecer una demanda de cierto tipo de productos, y ahora se registra este cambio”, añade el directivo.

Y hay una transformación de hábitos: la gente ya no sale de sus casas, por lo que consume menos afuera y se enfoca en un reabastecimiento de la despensa. 

De acuerdo con Modiano, esta semana y la siguiente se podrá observar nuevamente el crecimiento de los picos tan altos en las demandas de productos. Y los ciclos se van a repetir hacia fin de año, lo que obliga a las cadenas de distribución a prepararse y protegerse para reaccionar de forma oportuna a fin de asegurar la disponibilidad de productos e inventarios. 

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